- La Virgen de Guadalupe no quiere que sus hijos expongan su salud de esa forma, Ella quiere todo bien para nosotros, no quiere ver os sufrir ni sangrar de las rodillas, afirmó Mons. Cavazos Arizpe
"La Virgen de Guadalupe no quiere que sus hijos expongan su salud de esa forma, Ella quiere todo bien para nosotros, no quiere verlos sufrir ni sangrar de las rodillas. Respeto la manifestación de fe, pero ojalá las puedan cambiar por alguna obra de caridad espiritual o corporal”: dijo el jerarca católico
El Arzobispo de San Luis Potosí, Monseñor Jorge Alberto Cavazos Arizpe, exhortó con suma caridad Cristiana, a cambiar sus mandas a los fieles penitentes Guadalupanos que ofrecieron a la Virgen el duro sacrificio de ir de rodillas por toda la Calzada de Guadalupe hasta llegar a la Basílica, dijo ser siempre respetuoso de la fe que profesan a la Morenita del Tepeyac, sin embargo, “no se debe demeritar el valor de un sacrificio, pues ahí está el sacrificio de Cristo, de hecho todos ofrecemos sacrificios, lo que el Señor quiere es que no antepongamos esas acciones antes que la caridad. Desde luego –volvió a enfatizar— respeto la manifestación de amor y de fe que le profesan a nuestra Madre Santísima, porque les hizo un milagro o favor muy grande, o por el dolor de sus pecados, y por eso quieren pagarle esa deuda o manda, pero la Iglesia de forma accesible, siempre podrá perdonárselas y cambiárselas por un acto de caridad.
“Se entiende que quieran pagar esa manda y no se excluye el valor del sacrificio y el esfuerzo, --de hecho es parte importante de nuestra espiritualidad--, pero siempre debe estar llevado precisamente por el amor al prójimo, por la caridad, esa es la base, por lo que también pueden ofrecer algo que le cueste mucho como sacrificio, como dar tiempo al enfermo, al preso, o dar una ayuda a los necesitados, damnificados o migrantes, ya sea económica o en especie, ejercer un apostolado en alguna parroquia, perdonar las ofensas aunque nos cueste trabajo, dejarnos de rencores y venganzas y hablarle a la persona que no le dirigimos la palabra, etc. podríamos enlistar un sinnúmero de obras de misericordia tanto espirituales como corporales para cambiar esas mandas, pues la caridad le gusta mucho a María Santísima nuestra Madre y a los ojos de Dios esto logra mucho más que ir de rodillas toda la Calzada de Guadalupe hasta llegar a la Basílica”.
Indicó: “Recordemos que Dios mismo nos dice: "Misericordia quiero y no sacrificios", por eso los exhorto con suma caridad cristiana a cambiar su manda, esa exhortación ya la ha hecho la Iglesia para que no se lastimen ni atenten contra su salud los fieles penitentes, y yo también se los propongo, pidiéndoles de todo corazón que cambien su manda por ir a visitar a algún ancianito enfermo y olvidado, a visitar a alguna persona que vive sola y abandonada hasta de su propia familia. Porque hay muchos casos de personas abandonadas en estás tristes circunstancias, pues muchas de ellas no tienen quien les lleve de comer o les haga compañía. Podemos hacer varias obras de caridad cristiana, y desde luego pueden cambiar esa dolorosa penitencia por acudir y participar con suma devoción en la Eucaristía, acercarse a los Sacramentos de la Confesión (Reconciliación) o Penitencia”.
"Considero que a la Virgen Santísima, Nuestra Señora de Guadalupe no le gusta ver sufrir a sus hijos pues Ella es todo amor y toda ternura, y quiere lo mejor para nosotros. No quiere que sus hijos sufran y arriesguen su vida, su bienestar y su salud".
"Hay muchas obras de caridad que pueden hacer, como visitar enfermos en los hospitales, visitar a los solos y olvidados, llevar una defensa a una familia pobre, preparar algo de comer a alguien que está inválido y no tiene que comer, o bien, pueden ser voluntarios en Cáritas, ayudar en su Parroquia en algún apostolado en la Iglesia, como por ejemplo la Casa del Migrante necesita de muchos voluntarios, etc. Hay mucho qué hacer y en dónde colaborar, podemos ayudar de una y mil formas y cambiar la manda, lo que agradará a nuestra Madre".
"Ojalá puedan atender este llamado que les hacemos con mucho amor, caridad y prudencia, para que no arriesguen su salud, pues eso no quiere nuestra Madre Santísima, pues muchos llegan desmayados, a rastras, y eso no quiere la hermosa siempre Virgen María, pues quiere todo bien para nosotros sus hijos".
“Hay otras manera de acercar el corazón a Cristo, convertirnos de una vida alejada de Él, una espiritualidad que no acerca a Cristo; hay muchas otra opciones, y en todo caso yo les propondría entrar nada más al Santuario de rodillas, yo mismo lo he hecho, yo he entrado de rodillas a la Catedral-Basílica de San Juan de los Lagos, así lo pueden hacer ellos, y cuando se ofrece de corazón, obviamente Dios bendice siempre”, concluyó el máximo líder espiritual de los potosinos.