Los fetiches y las costumbres de comer 12 uvas, el vestir de rojo, el sacar las maletas, el tener un borrego de equis material, o un elefante, para que tengamos abundancia, riqueza, amor, pasión, salud, amistades sinceras, éxito en el trabajo, para tener un año exitoso y lleno de felicidad en plenitud no tiene nada que ver con esto.
Más bien es trabajar arduamente, con constancia, perseverancia, disciplina, honestidad, diligencia, ética profesional, amando nuestro trabajo y hacerlo con mucho gusto, no por obligación, y de mala gana, eso es muchísimo más probable que nos traiga el éxito que deseamos tener.
El ser profesionales en lo que hacemos y entregarnos a los demás y mejorar cada día como seres humanos, como personas, como padres de familia, hermanos, hijos, como ciudadanos, maestros, gobernantes, funcionarios, políticos, sea del nivel que sea, todos debemos trabajar por un San Luis, un México y un mundo mejor.
Por favor, no crean en que un fetiche nos va a traer suerte o felicidad plena, mejor hay que trabajar arduamente con entrega generosa, firme compromiso y responsabilidad.
Así lo señaló el Arzobispo de San Luis Potosí, Mons. Jesús Carlos Cabrero Romero, al ser entrevistado en exclusiva con "El Sol de San Luis" al término de la Fiesta Patronal del Barrio de San Juan de Guadalupe, donde dijo que es mucho mejor tener un plan y programa de vida, y hacer un detenido, profundo y detallado análisis de lo que hemos hecho y hemos dejado de hacer para procurar ser mejores seres humanos y mejores cristianos.
Yo no le veo sentido usar fetiches para atraer la buena suerte y ser felices, no es necesario, son ideas que respeto, pero yo creo es mucho mejor encomendarnos a Dios en este año que está por iniciar, el cual debemos empezar por ofrecerlo a Dios.
Sería muy bueno, provechoso y por demás fructífero preguntarnos qué hemos hecho de nuestra vida y cómo podernos darle un giro para mejorar, no para empeorar.
Qué mal hemos hecho y que bien hemos dejado de hacer. Es la pregunta que debemos hacernos cada uno de nosotros y tratar de tener un plan de Vida apegado a Dios y a Su Evangelio, para ser libres en el amor, en la paz y en la caridad que Dios nos pide a todos ejercer.
Espero todos tomemos conciencia y nos contestemos sinceramente estas preguntas para comenzar un año de la mano de Jesús, de quien jubilosos celebramos aún ésta Santa Navidad.
Deseo de todo corazón que el amor, la justicia, la paz, el bien, la verdad y la virtud abunden en los corazones de todos los seres humanos del mundo entero, de manera especial de los potosinos, a quienes Dios me ha encomendado pastorear y guiar en mi amada Arquidiócesis Potosina.
Concluyó el jerarca católico.