Fomentar la autoestima y tener una buena comunicación afectiva con hijas e hijos, brinda las herramientas necesarias para detectar a tiempo si son o han sido víctimas de bullying, asimismo es importante prevenir que sean ellos mismos quienes acosen a otros menores.
El psicólogo clínico del Hospital General de Zona número 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social, Edgar López Reyna, mencionó que mantener una buena relación entre padres e hijos, además de una coordinación con maestros y autoridades educativas, contribuye a una mejor estabilidad emocional en niñas, niños y adolescentes.
“El bullying o acoso escolar puede generar diferentes grados de afectación, como depresión, fobias, trastornos del estado de ánimo, incluso pensamientos suicidas, dependiendo de la forma y el entorno en que se presente”.
Este fenómeno puede ser verbal, psicológico o físico, y provoca miedo, retraimiento o falta de interés del menor por asistir a la escuela; además puede desencadenar dolores físicos, principalmente de cabeza o estómago.
Los cambios de conducta, de estado de ánimo o la pérdida de interés en la escuela, pueden ser focos rojos o alertas que indican que la o el menor son víctima de bullying, es por ello que es importante el acercamiento de las y los adultos a cargo, para detectar a tiempo cualquier señal y buscar ayuda psicológica a fin de enfrentar y superar este tipo de agresión.
Para contrarrestar las afectaciones en el menor, es importante la atención terapéutica como mínimo seis meses, con participación oportuna de madres y padres de familia, y personal educativo.