Para que no se pierdan las tradiciones, es necesario pasar el conocimiento de generación en generación, enseñar a los hijos, a los nietos las tradiciones que representan las raíces de la gente, así lo reconoce Josefa García, mujer oaxaqueña cuya familia se ha dedicado a la venta de nieves artesanales típicas de su estado y que ha llegado a Soledad a ofrecer su sabor.
Entrevistada por El Sol de San Luis, dice que desde muy niña aprendió el arte de hacer nieves y que participa en la caravana que ha llegado a territorio solendese, con la finalidad de compartir la cultura, el folklor, las tradiciones, la gastronomía de su estado natal, entre las que se encuentran precisamente las nieves, y es que ofrecen sabores que no son tan comunes en otros lugares y que han generado ya una identidad para los oaxaqueños.
“Nosotros desde muy pequeña traemos esa tradición familiar de elaborar nieve artesanal, trabajamos enseñando a nuestros hijos, ahorita ya a nuestros nietos, para que no pierda la tradición, ya son muchas generaciones de mi familia los que nos dedicamos a esto y para que mas gente conozca lo que tenemos en nuestro estado, vamos en caravana con la intención para dar a conocer nuestras tradiciones y nuestro folklor para que no pierdan nuestras raíces oaxaqueñas” dijo la comerciante.
Que al ser cuestionada sobre la elaboración de estas nieves, dijo que la mayoría son elaboradas con fruta de temporada, típicas de la región, acompañadas de otros ingredientes, siendo la más típica la de leche quemada, acompañada por nieve de tuna, pero también se tienen otros sabores como beso zapoteco, que se hace con jugo de naranja y mezcal, beso de ángel, pétalos de rosa de castilla, queso, elote, entre otros, que son típicos de la región.
De la elaboración, dice que aunque procuran seguir llevando el método antiguo del barril de madera, debido a que a veces se filtraba agua con sal han tenido que modificarlo un poco, pero procuran no hacer mayores modificaciones, refiriendo que en promedio se tardan tres horas para que la nieve este lista, desde el momento en que se vacía el preparado base de la nieve en el barril, que es el paso más sencillo, hasta mover por más de dos horas ese preparado, que esta entre hielo y sal, para que quede lista, refiriendo que aunque es una actividad que le permite mantenerse sin problema, la mayor satisfacción es cuando a la gente le gusta su producto.