Tras 28 años de servicio, pretenden suspender el asilo “Maranhata y San Judas Tadeo”, en donde son albergados ancianitos, y se brindan alimentos a personas de escasos recursos y migrantes.
El pasado jueves, el asilo recibió una notificación en donde se le avisaba que tenía hasta este martes entre las 10 y 11 de la mañana para desalojar a sus pacientes por “suspensión total” temporal del asilo, indicó Leoncio Silva González, director y fundador del asilo Maranhata, quien atribuyó la notificación al DIF Estatal.
El director del asilo narró que hace 28 años comenzó con este proyecto, de los cuales lleva 25 en la calle Constitución, y no había tenido problemas como el que ahora enfrenta, y es que el pasado jueves llegó la notificación de que el asilo será suspendido, aparentemente, por la falta de personal calificado, pues le pide contar con médico, enfermeras y trabajadora social, “lo que debe tener un hospital, pero no entienden que no es hospital, es casa hogar y es de escasos recursos, no podemos emplear ese personal porque no tenemos con qué pagarles”.
Explicó que el asilo actualmente tiene ocho pacientes, de los cuales la mitad no pueden valerse por sí mismos, incluso hay dos invidentes; para su atención, cuenta con tres mujeres que dijo, “están bien entrenadas”, han trabajado varios años en el cuidado a los pacientes y no se ha tenido queja de ellas, además de que es apoyado por dos médicos que acuden cuando alguno de los abuelitos requiere atención médica.
Denunció que además de la notificación que recibió, personal del DIF ha hecho llamadas por las noches a los familiares de los pacientes para decirles que deben sacarlos del asilo, cosa que calificó como “fuera de lugar”, y agregó que han presionado a los pacientes para que se vayan a otro sitio, incluso ya se llevaron a dos de ellos.
Silva González se dijo preocupado por el destino que tendrán los pacientes, pues además que ya se llevaron a dos sin decir a dónde, hay tres más que tienen a su familia en Estados Unidos, por lo que teme queden en desamparo si es suspendido el asilo. Por ello solicitó el apoyo de médicos voluntarios o jóvenes de servicio social para cubrir ese requisito y evitar la suspensión.
Al ingresar al asilo, en el pasillo hay documentos como un Dictamen de Seguridad expedido por el Cuerpo de Bomberos, una carta donde el DIF Estatal reconoce su objetivo asistencial, y una constancia de registro como institución de asistencia social expedida también por el DIF Estatal.
Así mismo, Teresa Menchaca, benefactora del asilo, indicó que ella ha colaborado durante 10 años y ha constatado que los pacientes son bien atendidos, “voy cada quince días o cada mes, lo hemos constatado y lo hemos vivido, porque he llevado grupos de personas a apoyar y donar”, por lo que comentó que incluso ha podido convivir con las familias de algunos de ellos y no hay quejas.
Manifestó que en lugar de suspender el asilo, el DIF debería de apoyarlo para mejorar la atención a los abuelitos, pues por ejemplo, hace unos días solicitó colchones y sillas de ruedas al DIF Municipal y le dijeron que no había ayuda, por lo que se organizó con algunas personas para realizar eventos y reunir fondos con los cuales van a adquirir esos insumos.
Pasadas las 10 de la mañana se presentó personal de la Comisión Estatal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris) quienes de inmediato se retiraron al notar la presencia de los medios de comunicación.
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