La pandemia del Covid-19 es uno de los hechos históricos que más ha impactado no sólo a la población, sino a los comercios locales que sostienen la economía de nuestro estado y país.
Carolina Maldonado, propietaria de la tradicional tienda de abarrotes Uruapan, que mantiene sus puertas abiertas en el Centro Histórico de San Luis Potosí desde el año de 1938, compartió al Sol de San Luis su experiencia en esta emergencia sanitaria, desde enfrentar algunos meses con bajas ventas, tener que descansar temporalmente a su personal de mayor riesgo y tener que esperar más de un año para empezar a ver una recuperación económica.
Señaló que los primeros tres meses de la pandemia fueron los más difíciles para su negocio, pues fue cuando se estableció un confinamiento social obligatorio a nivel nacional, y, pesar de que siguieron operando por ser considerados como una actividad esencial, las ventas disminuyeron un 50 por ciento, ya que las calles del Centro estaban prácticamente vacías.
Aunado a ello, dijo, se vieron en la necesidad de mandar a sus casas a sus empleados más vulnerables, a fin de no poner en riesgo su salud. De las 6 personas que laboran, 3 tuvieron que ser enviados a descansar, pero se les respetó su sueldo.
"Económicamente me fue bien, a pesar de todo, pero sí bajaron mucho las ventas pues las calles estaban prácticamente muertas; afortunadamente pude sostener los empleos que tengo y sacar adelante los gastos. En este año nos hemos ido recuperando, no tan rápido pero sí algo", expresó.
Asimismo, reconoció que el confinamiento social de alguna manera les generó desconfianza y miedo como negocio, pues temían que pudieran ser víctimas de la delincuencia, porque las calles estaban despobladas. Dijo que, durante un tiempo sólo abrían de 10:00 de la mañana hasta las 04:00 de la tarde, y a partir de esa hora bajaban las cortinas y atendían por una ventana, para mantener la seguridad.
Por otro lado, lamentó que a prácticamente 20 meses de pandemia, todavía hay muchas personas que se siguen rehusando a respetar las medidas sanitarias; por ejemplo, en la tienda solo se permite el ingreso de una persona por familia, sin embargo, hay quienes no entienden y entran hasta 4 miembros de una misma familia, también hay quienes se han molestado porque se les pide el uso obligatorio de cubrebocas.
Finalmente destacó que hoy que la pandemia se ha controlado, han logrado restablecer la "normalidad" en su negocio, pues todos sus trabajadores están laborando de lleno, siguiendo los protocolos sanitarios. En ese sentido aseguró que los han motivado a acudir a vacunarse contra el Covid-19, pues para ellos es muy importante la seguridad de sus colaboradores.