El Índice de Paz México (IPM) 2024 coloca a San Luis Potosí con una disminución significativa en delitos como homicidio, extorsión, secuestro y tráfico de personas, manteniendo la posición 20 de 32 entidades del país, lo que representa una mejora en la paz.
El informe adelantado a la Organización Editorial Mexicana (OEM), revela una mejoría del 2015 a la fecha en el combate a delitos como los cometidos con violencia, asalto, violencia familiar, robo, agresión sexual, robo y homicidio con arma de fuego y se redujo el miedo a la violencia.
San Luis Potosí tuvo la séptima tasa más alta de violencia familiar a nivel nacional en 2023, con 1,054 casos por cada 100 mil habitantes, lo que representó un incremento de 4.5 por ciento con respecto a 2022 y 201 por ciento desde 2015.
Mientras los indicadores de extorsión, secuestro y trata de personas entre otros delitos graves han disminuido desde 2015, el narcomenudeo mostró un aumento de más de 4,000 por ciento desde aquel año y 177 por ciento, con respecto a 2022.
Con 230 casos por cada 100 mil habitantes, el estado tiene la quinta tasa mas alta del país en narcomenudeo.
Los delitos cometidos con arma de fuego se han incrementado 215 por ciento en los últimos ocho años, con un alza de 400 por ciento en la tasa de robo con arma de fuego y 168 en homicidios cometidos con arma de fuego.
San Luis Potosí, dice el análisis del IPM, tuvo en 2023 la tasa de robo más alta del país con 1,008 casos por cada 100 mil habitantes, lo que representa un incremento de 229 por ciento en los últimos 8 años y 7.0 por ciento con respecto a 2022.
Añade que en 2023, el 76.5 por ciento de la población de San Luis Potosí dijo sentirse insegura en el estado y durante ese mismo año, la violencia le costó al estado aproximadamente 95,900 millones de pesos, lo que representa 32,794 pesos por cada habitante.
De acuerdo al IPM, los migrantes internacionales que pasan por México se encuentran entre los más vulnerables al secuestro y la trata de personas en el país. Los traficantes frecuentemente atraen y se aprovechan de mujeres y niños y en menor medida de hombres para el tráfico sexual en México y Estados Unidos, ofreciéndoles falsas oportunidades de trabajo, engañándoles con pretensiones románticas o mediante coerción.
La mayoría de los casos de trata implican a familiares, parejas románticas, contactos en redes sociales u ofertas de trabajo engañosas.
Los delincuentes suelen aprovecharse de los bajos índices de denuncia de delitos por parte de los migrantes y, en ocasiones, participan en operaciones de secuestro masivo para extorsionar a sus familiares en el país de origen.
En abril y mayo de 2023, por ejemplo, las operaciones de las fuerzas de seguridad condujeron al descubrimiento de dos grandes grupos de migrantes retenidos contra su voluntad en Matehuala.