La escasa producción de naranja, ha llevado a que el precio se elevara un 100% entre abril y junio, informó Tomás Olivares Robles, presidente del patronato de la Central de Abastos.
El líder de los bodegueros señaló que actualmente la tonelada de naranja se consigue en 10 mil pesos, mientras que la venta al menudeo está en 10 pesos el kilo, lo cual se considera un precio alto, pues por ejemplo, en abril el costo era de 5 pesos el kilo, “es un precio elevado de ese producto y va a permanecer varias semanas más porque no hay una zona productora que vaya a impactar favorablemente para que el precio se reduzca”.
Manifestó que este es un problema cíclico, pues cada año se presenta ese “hueco” en que cae la producción y escasea el producto, e incluso resulta benéfico para los productores de naranja, ya que pueden vender su producto a mejor precio.
Explicó que los productores mantienen el fruto “con el riego y hacen que permanezca varias semanas sin cortar, y la ponen en el mercado cuando hay poco volumen y tienen la oportunidad de vender bien vendido”.
Olivares Robles señaló que si bien esto o se da de manera obligada, sí es algo que se presenta año con año, aunque insistió en que finalmente representa un beneficio para los productores de la Zona Media del estado.
Mencionó también que la escasez de naranja comenzó desde el mes pasado y fue cuando también inició la tendencia a la alza en el precio, por lo que de costar 5 pesos el kilo en abril, en mayo se fue a 7.50 pesos el kilo, luego a 8 y 9 pesos, hasta llegar a los 10 pesos en lo que va de junio.
Además advirtió que de acuerdo a los productores, la escasez de naranja va a permanecer durante los meses de junio, julio y agosto, en los cuales seguramente el precio irá a la alza, pues aunque hay producción de naranja en Nuevo León, el volumen no es suficiente para impactar en el precio.
De esta manera, la expectativa es que el precio de la naranja se estabilice hasta el mes de septiembre, una vez que se reactive la producción en territorio potosino.