Los muros y puentes automovilísticos de San Luis Potosí, tienen la marca de una artista que, desde hace algunos años se ha dedicado a plasmar de manera distintiva todo aquello que distingue a este estado.
Se trata del artista urbano Javier Alvarez Charqueño, mejor conocido como "Jober", quien además es ingeniero industrial y diseñador que, cuenta con una amplia experiencia en el arte del muralismo y grafiti.
Jober inició en el mundo de la expresión urbana en el año de 1996 dando tanto talleres artísticos y desarrollando grandes proyectos murales para gobierno Federal, Estatal y Municipal.
También se le conoce por su acercamiento social y humano, en dónde ha tenido varios encuentros con asociaciones civiles, en las cuales ha desarrollado proyectos dónde integra a jóvenes y niños para enseñarles sobre el arte Urbano.
Hoy Jober nos cuenta en exclusiva para El Sol de San Luis, su experiencia como artista y cómo es utilizar la calle y todo aquél espacio urbano como lienzo único de arte y expresión.
"Desde muy pequeño tuve la inquietud de desarrollarme dentro de las artes visuales y gráficas. Siempre me gustó dibujar y pintar", comentó.
Pero el arte del grafiti lo conoció en las calles, con las las pandillas de su colonia -como Jober menciona-. Dónde empezó a realizar tags y firmas cuando sólo era un adolescente de secundaria.
"En esa época me quedaba por la zona donde pasaban los vagones del tren y ahí conocí a muchos grafiteros, empecé a ver cosas y las quise imitar y aprendi de ver cómo lo hacían".
Fue entonces que desde hace 15 años Jober se inicia en el grafiti cuando empezó a pintar en la calle, con su estilo tan distintivo y firma excepcional.
Después de ello, comenzó a tener contacto con diversas instituciones gubernamentales quienes interesadas en su estilo, comenzaron a contratarlo para brindarle espacios qué plasmar y armonizar con el poder del aerosol y el pincel.
Eso lo convirtió en muralista y en uno de los más destacados de San Luis Potosí, en donde se pueden ver diversos espacios con su estilo distintivo por la ciudad.
Jober específica que el tiempo de trabajo es diverso, por ejemplo cuando hace grafiti (como gomas y firmas) tarda unos minutos en realizarlo. Pero cuando se trata de murales, son horas de trabajo debido al espacio y la complejidad del diseño.
Su estilo como el de todo artista cambia y madura con el pasar del tiempo. En sus inicio utilizó mucho los segundos planos y luego se adentró a las perspectivas en tercera dimensión lo que enriqueció su trabajo visual.
"Poco a poco me gustó realizar trabajos más realistas, con un toque particular y retomo algunos elementos icónicos de la naturaleza potosina, como las tunas y nopales para después deformarlas un poco a mi estilo".
En su haber como artista muralista, ha creado más de 45 murales que se encuentran expuestos en diversos municipios de la zona Centro, Media y Huasteca del estado Potosino.
Uno de sus últimos trabajos, fue el recién inaugurado mural de Salvador Nava y Rutilo Torres, que fue develado la semana anterior y que se realizó con la colaboración de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Por último reconoció que ser muralista urbano es un gran reto, pues se enfrenta en su trabajo diario a grandes espacios en dónde dejará impreso su estilo y visión humana.
"He realizado murales de hasta 200 metros de largo. Pero la aceptación de la gente y que les guste mi trabajo es mi mayor gratificación al dedicarme esto y con eso soy un artista satisfecho", mencionó