Mundial de Futbol poco sustentable pese a esfuerzos de organismos

Redacción

  · lunes 9 de julio de 2018

Destacado estudiante de Ciencias de la Comunicación, El gran José Luis Hernández Leura

El 14 de junio en Moscú se inauguró la copa del mundo, renovando las esperanzas de muchas selecciones de futbol por conquistar el certamen, sin embargo esta es un justa deportiva que aunque implica la inversión de muchos millones poco hace por mantener la sustentabilidad y el cuidado del medio ambiente, destaca el estudiante de la Faculta de Ciencias de la Comunicación, José Luis Hérnandez Leura, colaborador de la Agenda Ambiental de la UASLP.

Y es que muchos recintos que han sido construidos de manera portentosa mostrando el poderío de una nación serán modificados al concluir esta, lo cual hacer poco entendible el gasto en recursos.

Esta justa futbolera a decir del estudiante universitario, comenzó en el año 2015 con una polémica que reveló sobornos para adjudicar sedes de los campeonatos mundiales en la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA), esta fiesta del balompié se realiza en el país de Rusia con un costo total de 11mil 800 millones de dólares, y pese a este gasto, el joven universitario amante del futbol, sintió la curiosidad de saber a ciencia cierta, lo que pasará con cada uno de los inmuebles construidos..

Destaca la gran deuda que desafortunadamente ha dejado esta clase de construcciones a países que albergaron el mundial.

José Luis Lehura, apunta que el estadio más importante y donde se llevó acabo la inauguración y en unos días la Final de la Copa, de nombre: Olímpico de Luzhnikí en Moscú, fue construido en la década de 1950 pero tuvo una remodelación para el Mundial, su costo por las mejoras fue de 410 millones de dólares.

Esta también el estadio de San Petersburgo que tuvo un costo de 735 millones de dólares, convirtiéndolo en el más caro de la justa veraniega. Este recinto estuvo envuelto en polémica porque su construcción comenzó desde 2007. Sufrió severas demoras y los elevados costos marcaron el arranque de un proyecto que se volvió notorio por emplear a jornaleros norcoreanos, teniendo al menos ocho muertos en el inmueble y 17 en los diversos sitios de construcción de instalaciones para la Copa del Mundo, de acuerdo con el informe presentado por Jane Buchanan para Human Rights Watch.

El estudiante en esta investigación asegura que aunque no todo el mundo está al pendiente de los pros y contras de tener un estadio de primer mundo para la práctica del fútbol. Por increíble que parezca, muchos de los inmuebles que se construyeron, después de terminar el Mundial volverán a sufrir transformaciones con el fin de reducir su capacidad. El más claro ejemplo es el Estadio de Kaliningrado que ni siquiera cuenta con un equipo profesional de Primera División.

Se decidió construir el estadio pero hay un factor extra a considerar en el proceso de diseño: la capacidad que debe ser reducida a aproximadamente 25,000 asientos cuando termine el mundial, con el fin de que pueda seguir siendo útil a la población relativamente pequeña de la región.

A decir del joven alumno, el más grave problema de este mundial Rusia 2018 es la inversión tan estratosférica que ha hecho el gobierno de Vladimir Putin –presidente de Rusia- ya que la FIFA no es la principal involucrada en la inyección del capital económico, pero sí la más beneficiada.

Aun con esta inversión, la organización del Mundial de Rusia estimuló un crecimiento del 1 % del Producto Interior Bruto (PIB) en el último lustro, cuando en Brasil 2014 fue del 0.6 %, según informó el Comité Organizador.

El informe presentado por el Comité Organizador de Rusia 2018 estimó en 15 mil millones de dólares -dos mil millones de ellos vinculados al turismo- el impacto en la economía nacional desde 2013.

Para añadir un antecedente, Sudáfrica y Brasil en los mundiales en los que fueron anfitriones -2010 y 2014 respectivamente- aún pagan por la enorme deuda que dejó la organización y de la que FIFA no se hizo responsable. Estadios de fútbol millonarios que un día fueron la cumbre de uno de los eventos deportivos más importantes de nuestra historia, han quedado completamente desérticos o con usos tan dispares (y tan poco rentables) como la realización de bodas o cumpleaños, como en la Arena Pernambuco o la Arena das Dunas. Y es que el gasto realizado por Brasil alarmó a sus ciudadanos, los cuáles protestaron ininterrumpidamente desde 2013 e incluso durante la realización del Mundial de Fútbol.