“Sobre la información que están circulando en Ciudad Valles de que hay un paciente de pmox (viruela símica) es falsa”, así refiere el escueto mensaje que manda desde sus redes sociales la Secretaría de Salud de Gobierno del Estado, descartando un posible caso de esta enfermedad en la entidad potosina.
En México, la situación respecto al virus Mpox (anteriormente conocido como viruela símica) ha mostrado un aumento de casos en 2024. Hasta el pasado 21 agosto, se habían confirmado 53 casos en el país, principalmente en la Ciudad de México, que concentra la mayoría de los afectados. Además, se han identificado 212 casos probables. La Secretaría de Salud del gobierno de la República Mexicana, ha emitido un aviso epidemiológico y ha reforzado los protocolos de vigilancia en todas las unidades médicas del país para mitigar la propagación del virus.
En ese boletín nacional, indican que han destacado que todos los casos confirmados hasta la fecha corresponden a la variante clado II, sin que se haya detectado la variante más peligrosa clado 1b. Este esfuerzo de vigilancia incluye recomendaciones para los profesionales de la salud y la implementación de medidas preventivas
En el caso de San Luis Potosí, se indicó “el caso se descartó, el paciente tiene la enfermedad de pénfigo”.
La MPOX (viruela símica) es una infección viral que cursa con erupciones y lesiones en piel y mucosas que pueden ser dolorosas. A partir de 2018, se ha documentado la aparición de brotes fuera de países del continente africano; y en 2022, se presentó un brote multinacional que afectó a todos los continentes, constituyendo una Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional, (ESPII), hasta mayo de 2023.
Durante 2024, se ha registrado en África un incremento de casos en algunos países africanos como en República Democrática del Congo (RDC); y se identificó una nueva variante del Clado I del virus Mpox, denominada (Clado Ib), en RDC, Ruanda, Uganda, Kenia y Burundi.
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La nueva variante está asociada a una transmisión sostenida de persona a persona. El 14 de agosto de 2024, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con la asesoría del comité de emergencias del Reglamento Sanitario Internacional (RSI), informó que, la situación actual en África constituye una ESPII.
El modo de transmisión ocurre de persona a persona por contacto directo con las lesiones o costras que pueden encontrarse en la piel o superficies mucosas (como ojos, boca, garganta, genitales, ano), así como, contacto con sangre, fluidos corporales, ropa contaminada y gotas respiratorias; por un contacto estrecho con personas con este cuadro clínico, incluido el contacto sexual (con o sin recepción anal, oral o vaginal) debido al contacto directo con las lesiones o fluidos.
Las lesiones son más comunes en cara, palmas de las manos y plantas de los pies. Las personas se recuperan por sí solas después de 2 a 4 semanas, sin embargo, de acuerdo con la información científica disponible, las personas inmunodeprimidas tienen un riesgo más alto de presentar síntomas graves y complicaciones que pueden derivar en la muerte. El riesgo de exposición al virus no es exclusiva de una enfermedad que causa ampollas y llagas en la piel o las membranas mucosas, como la boca o los genitales.
En tanto, el pénfigo que presuntamente es el caso que se produjo en la región huasteca, puede producirse a cualquier edad, pero se observa con mayor frecuencia en personas de mediana edad o mayores. Tiende a ser un trastorno de larga duración (crónico) y algunos tipos pueden poner en peligro la vida si no se tratan a tiempo. El tratamiento con medicamentos generalmente logra controlar el trastorno.
El pénfigo provoca la aparición de ampollas en la piel y las membranas mucosas. Las ampollas se revientan con facilidad, y dejan llagas abiertas que generan secreciones y se infectan.
Los signos y síntomas de los dos tipos comunes de pénfigo son los siguientes para el Pénfigo vulgar. Este tipo suele comenzar con la aparición de ampollas en la boca y luego en la cara o en las membranas mucosas genitales. Las ampollas suelen ser dolorosas pero no generan picazón. Las ampollas de la boca o la garganta hacen difícil tragar y comer.
Mientras que para el Pénfigo foliáceo, genera ampollas en el pecho, la espalda y los hombros. Las ampollas tienden a picar y no causar dolor. El pénfigo foliáceo no provoca ampollas en la boca. El pénfigo es diferente del pénfigo ampolloso, que es un trastorno de la piel que genera ampollas, afecta a los adultos mayores y puede causar la muerte.