"Agradezco a Dios el que me haya elegido para ser Sacerdote para siempre, pues como bien sabemos, "muchos son los llamados y pocos los escogidos por el Señor; por eso le doy gracias por haberme hecho que le entregara mi Vida en plenitud para amarle y servirle en cuerpo y alma, y concederme el Don del Sacerdocio".
Así lo señaló el Arzobispo de San Luis Potosí, Monseñor Jorge Alberto Cavazos Arizpe, quien con una Misa de Acción de Gracias, que él mismo presidió en la hermosa Capilla del Seminario Arquidiocesano Guadalupano Josefino (mejor conocido como Seminario Mayor), elevó sus oraciones de gratitud a Dios, por concederle arribar a su trigésimo cuarto aniversario Sacerdotal.
"Estoy gustoso de que Dios me haya llamado a la vocación Sacerdotal y después me haya destinado para Él, a través del Ministerio Episcopal, pues me tomó para Él y ahora soy Sacerdote para siempre, como Melquisedec y eso me hace ser feliz en plenitud, porque Su llamado ha sido, es y será mi mayor felicidad, mi fortaleza, mi amor y mi fuerza, de ahí mi profunda gratitud a Dios".
Acompañado por el Arzobispo Emérito de San Luis Potosí, Monseñor Jesús Carlos Cabrero Romero, del Rector del Seminario Mayor, Presbítero, Lic. Luis Santiago Flores Lucio, del equipo formador del Seminario y de Seminaristas de todos los niveles académicos, dijo:
"Nosotros los Sacerdotes somos luz del mundo, no dejemos de iluminar el camino de nuestros fieles y de otros Sacerdotes". "No teman entregarle su vida a Dios en cuerpo y alma y dejarse tocar por Él, como lo hizo conmigo".
"Estoy felizmente agradecido con Dios, primeramente porque vino a sanarme, a regresarme la vida, en la que todos debemos esforzarnos por estar cerca de Dios y desde luego por haberme "elegido", porque como lo he dicho claramente: "muchos son los llamados y pocos los elegidos".
"Vivamos siendo luz para los demás, viviendo la alegría del Evangelio y siendo dignos discípulos y Misioneros de Cristo bendito ".
"Gracias por acompañarme con su oración y por ser parte importante de mi vida en esta Arquidiócesis que amo, que se ganó mi corazón", lo dijo con voz entrecortada por las lágrimas que retuvo, haciendo un esfuerzo sobrehumano por contenerse.
Entre aplausos y felicitaciones vivió su XXXIV aniversario Sacerdotal el muy querido, apreciado, respetado y admirado Jerarca Católico.