“Menos mundo virtual y más mundo real”, pide la Iglesia

Hemos metido a los niños en un mundo virtual del que no les resulta fácil salir, y creen que lo que pasa en el mundo real es lo mismo que pasa en el mundo virtual: Priego Rivera

Daniela Aranda | El Sol de San Luis

  · viernes 17 de enero de 2020

Vocero de la Arquidiócesis de San Luis Potosí, Juan Jesús Priego Rivera / Norma Rivera

El uso excesivo de la tecnología ha envuelto a los niños y jóvenes en un mundo irreal, donde no distinguen lo virtual de lo real; es necesario que se dosifique el uso de los videojuegos, las redes sociales, y demás aparatos tecnológicos para evitar que se pierdan en estos.

Manifestó lo anterior el vocero de la Arquidiócesis de San Luis Potosí, Juan Jesús Priego Rivera, al opinar sobre el tiroteo ocurrido en días pasados en una escuela privada en Torreón, Coahuila, a lo que el prelado expresó que es importante que haya "menos mundo virtual y más mundo real para poder cambiar a México".

"Hemos metido a los niños en un mundo virtual del que no les resulta fácil salir, y creen que lo que pasa en el mundo real es lo mismo que pasa en el mundo virtual. Tenemos que dosificar un poco más el videojuego y el mundo irreal en el que muchos viven, no solamente los niños sino también algunos adultos; están con sus series y con sus redes sociales, en un mundo que no es verdadero", apuntó.

Criticó el hecho de que existen personas que tienen armas en casa, bajo el argumento de que son para protegerse, sin embargo las ponen al alcance de los menores de edad, quienes fácilmente pueden acceder y hacer uso de ellas.

"En el mundo real no hay vidas de repuesto, aquí no tengo tres vidas como decimos en los videojuegos, aquí sólo tengo una y tengo que cuidarla, la mía y la de los demás", añadió.

Ante ello, Priego Rivera hizo un llamado a la sociedad a razonar sobre esta situación y racionar el uso de las tecnologías, los videojuegos y las redes sociales, a "que pongan límites a ese mundo virtual en el que muchos niños y jóvenes se han ido a vivir, pues mientras sigan ahí donde creen que lo que sucede en el videojuego también ocurre en la vida real, donde al enemigo lo matas y tiene otra vida, ellos pueden caer en la tentación de hacer lo mismo".