Me voy con la satisfacción del deber cumplido; en breve entregaré la estafeta; llegó el tiempo del cambio generacional, esas palabras, como nuevo discurso del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, cimbraron este viernes en San Luis Potosí.
Una recepción tersa sin manifestaciones con una magnitud que preocuparan por el número de inconformes o los temas de reclamo, y que pudieran haber ensuciado el transcurrir de una enésima visita, en esta ocasión con el pretexto del Plan de Salud IMSS Bienestar; fue el marco de bienvenida que tuvo la tarde de este vienes el primer mandatario.
Flanqueado por el gobernador, Ricardo Gallardo, a quien solo así se le ve sin estar en el centro de los reflectores; AMLO arribó a las 16:40 al Hospital General de Soledad de Graciano Sánchez, cuarenta minutos después de lo programado.
Si hubo reclamos a la llegada del primer mandatario, fue por temas de aulas para escuelas de educación básica; trabajadoras y trabajadores de salud pidiendo la anhelada basificación; así como la inconformidad por un tema de vías de Kansas City Southern, que hicieron patente vecinos de Las Terceras; peccata minuta considerando los temas de migrantes e inseguridad.
Ya sin la presencia del Estado Mayor Presidencial, la ahora "Ayudantía", junto a las y los Servidores de la Nación -en funciones de logística, seguridad y edecanería- se encargaron de organizar la llegada de funcionarios, invitados especiales y medios de comunicación.
Las palabras de bienvenida del anfitrión fueron cálidas para todos en el presidium, incluido el titular del IMSS, Zoé Robledo; Gabino Morales, encargado de los programas del Bienestar en la entidad, esta vez no subió.
Zoé agradeció y se dijo contento por estar de nueva cuenta en el nosocomio del municipio conurbado que forma parte del área metropolitana de San Luis Potosí, sin dejar de condenar el modelo neoliberal de salud del pasado, "que era curativo y atendía las enfermedades no los síntomas", como si algo hubiera cambiado.
Solo tres discursos, el del gobernador, el del titular del IMSS Robledo y el cierre, a manera de despedida de López Obrador.
Ahí sorprendió al no hablar de conservadores, machuchones y fifís, de entrada dijo que está casi por entregar la estafeta.
Entre anécdotas de potosinos como Juan Sarabia y el Doctor Salvador Nava, insistió en que el cambio generacional se impone.
Con esas palabras, a las que quienes lo escuchamos a diario no estamos acostumbrados, y a pesar de la promesa de regresar a tierras potosinas, AMLO esbozó que esta pudiera ser la gira del adiós.