La maestra Tere, directora de un jardín de niños que en dos ocasiones ha sido víctima de la delincuencia durante la pandemia, se vio forzada a aplicarse la vacuna para aminorar los efectos del Covid-19 si llegara a contagiarse, esto porque al aplicarse la vacuna para la Influenza, durante un mes ella y su familia sufrieron las reacciones de la misma.
“De ahí dije, no vuelvo a ponernos nada de nada para nada, yo no quería ponerme la vacuna, pero mis hijos insisten y andan tras de mí y recapacitando y viendo las cosas fríamente, si me enfermo y me pongo mal ellos van a batallar cuidándome, llevándome aquí o allá y que necesito esto o aquello, y para evitarles eso y a un año ya de encierro, acepte”.
La maestra de preescolar considero que el vencer o más bien superar a la pandemia no es cuestión solo de vacunarse, “son tantas cosas que tenemos que cuidar como sociedad y cerrar filas entre todos, gobierno, sociedad, padres de familia maestros, todos, sino esto no se va a acabar”.
Comentó que en su jardín de niños hay alrededor de 125 alumnos, “a ellos podemos enseñarlos, decirles, capacitarlos, y hacerles conciencia, pero a los padres de familia, al menos la mitad son entregados, consientes si se preocupan por sus hijos, pero la otra mitad no, conozco mi contexto y es lamentable”.
A la par, destacó los problemas que enfrentan en el plantel ante la falta de recursos para mantenimiento y otras necesidades y servicios que pese a la pandemia no se detienen.
“Están por cortarnos la luz, si eso pasa las cámaras de vigilancia y alarmas quedaran sin operar y ya nos robaros dos veces, se llevaron todo, además de que nos quedaremos sin agua y otros servicios básicos lo que nos impediría regresar a las aulas pese a ya estar vacunados”.