- El resto de los perros, están siendo atendidos en veterinarias, las cuales ya no se los quieren regresar
- Perdió el espació donde vivía y trabajaba, ya que los dueños le pidieron el lugar
“No me importó poner en riesgo mi vida, como no los iba a sacar, si son mi familia”, fue lo que dijo Mauricio Cruz Hernández, de oficio tapicero y quien la noche del domingo pasado, perdió prácticamente todo, luego de que un incendio devorara su taller, que también era el espacio donde vivía junto con once de sus perros, a los cuales se encargaba de cuidar y alimentar, en Las Terceras.
Las huellas de esa trágica noche se pueden ver en su cuerpo, pues son visibles las quemaduras en su rostro, sus brazos, manos, así como en su torso, las cuales quedaron como evidencia del amor a sus perros, pues para rescatarlos, se metió entre las llamas, logrando sacar a nueve de los once perros, aunque uno de ellos, tuvo que ser sacrificado, debido a la condición de salud que presentaba.
El resto de los perros, están siendo atendidos en veterinarias, las cuales dijo, ya no se los quieren regresar, al considerar que o estaban en las menores condiciones, sin embargo, asegura que nunca les faltó agua, comida y un lugar limpio para dormir, pues aunque no tuviera trabajo, encontraba la forma de poder alimentarlos.
“A mis perros, algunos de los cuales recogí de la calle, nunca les faltaba alimento, siempre comían, incluso antes que yo, porque a veces ando desayunando a las 9 de la noche, tenían agua, les limpiaba, apenas los llevaba al veterinario, a uno que está en 16 de Septiembre, de uno por uno, porque no tenía oportunidad de llevarlos a todos juntos, incluso si no tenía dinero para la comida, me apoyaban en una tienda con el alimento”.
Sobre su estado de salud, dijo que fue en el Hospital Central, donde recibió la atención medica correspondiente, indicando que es su hermana, enfermera de profesión, la que le hace sus curaciones de las lesiones que dicen los médicos, son graves, sin embargo, lo que desea es recuperar a sus perros, más que lo material.
Y es que en el incendio, Mauricio Cruz Hernández, también perdió no solo sus pertenencias, que van desde muebles, enceres domésticos, ropa, hasta las herramientas que le permitían dedicarse a la tapicería, sino la oportunidad de continuar en el espacio donde vivía, el cual era rentado, ya que luego del incendio, los dueños le pidieron el lugar, debido a que es necesario hacer algunas reparaciones.
Por lo que de momento, está viviendo en la casa de su hermana y lo poco que tiene, es gracias a las donaciones de los mismos vecinos, que le han llevado, ropa, comida, hasta el lugar del siniestro, mientras Mauricio se encarga de sacar todo aquello que quedó destruido por el fuego.
TRATAN DE ENGAÑAR
Si bien se ha emprendido una campaña para apoyar a Mauricio, tanto en efectivo como en especie, lo cual se puede llevar a la tienda abarrotes Yurico, ubicada en la calle Jaime Sordo, sitio donde ocurrió el incendio o depositar en la cuenta 4152 3136 1694 9298 de BBVA, también hay vivales que a través de redes sociales, han intentado timar a la gente, publicando cuentas a nombres de otras personas, en otros bancos, para aprovecharse de la situación.