Hace seis años, Blanca Estela Carrillo Regalado descubrió un nuevo mundo con el nacimiento de su hijo Ángel de Jesús Macarena Carrillo, un pequeño prematuro que fue diagnosticado con una discapacidad.
Una maternidad que la convirtió en cuidadora de tiempo completo, en dónde aprendió que el maternar con amor no es un volado de suerte cualquiera, sino, uno que requiere abandonar sueños, vocaciones y libertades, para convertir en voluntad todas sus acciones a favor y en beneficio de otro ser humano.
Así es como Carrillo Regalado a construido de la mano de su hijo un andamiaje ,en dónde ambos luchan para salir adelante y paliar las adversidades que para ella se presentan en tiempo, inestabilidad económica y atención médica adecuada, y para Ángel, en comprender el mundo en el que vive, que cada paso que sostiene su delicado cuerpo es un avance que rompe con todas las limitaciones que envuelve su condición médica.
"Ser madre cuidadora es un trabajo de verdad, lo remarco porque en verdad lo es, cuidar a un enfermo es entrega total. Yo tengo a mi niño, que tiene seis años de edad y tiene retraso psicomotor, una discapacidad que ha repercutido en muchos aspectos de su desarrollo", explicó.
Cuando Angel nació, las probabilidades médicas de que se desarrollara normalmente como un bebé a "término" eran casi nulas, pero Blanca Estela se empeñó en que este dictamen cambiara y para ello tuvo que decir adiós a muchas cosas, como a su trabajo, para darle la bienvenida a una labor que para muchas personas es invisible, el ser cuidadora 24 horas al día los siete días de la semana.
"Tuve que aprender muchas cosas desde que nació, prácticamente entender cada detalle que me decían los médicos, para poder atenderlo de la mejor manera. Ángel nació a las 35 semanas de embarazo, desde recién nacido sufrió múltiples operaciones, entre ellas una que le acompaña desde el nacimiento, una sonda de gastrotomía porque no puede comer por si solo, pues su enfermedad le ocasiona que la comida se le vaya a los pulmones ".
Una dura batalla, que es agotadora para cualquiera que como Blanca Estela, dedica su vida al cuidado y entendimiento de un paciente, su enfermedad y lo que eso implica.
Blanca Estela laboraba en la Zona Industrial antes del nacimiento de su hijo, ahora su área de trabajo es su hogar, los consultorios médicos, las aulas de terapia física, laboratorios, su recámara, la sala y la cocina.
Ella ha convertido su entorno, en otro universo para que Ángel ,su hijo, pueda desenvolverse a su manera.
"Yo tuve que dejar mi trabajo, yo trabajaba en zona industrial y pues es difícil, yo me desespero porque pues tengo mi casa y la tengo que estar pagando. También pues no tengo quien me lo cuide, tienes que tener tiempo completo para el cuidado y aunque tengo a mi esposo, el trabaja, pero los cuidados, la atención que requiere mi niño es muy demandante, hay fines de semana en los que trabajo para poder darle lo mejor ".
Pero también las emergencias, las preocupaciones y por qué no, los logros en su avance y desarrollo, son parte del reto de maternar bajo el cuidado de un pequeño con discapacidad.
"Él (Angel) requiere de cuidados especiales pues come por la sonda y ahorita aprendió a caminar, contra todo pronóstico médico ya está dando sus primeros pasos y tengo que prestarle aún más atención".
Pero la alegría también existe, detrás de cada paso dado, cada sonrisa, de cada palabra emitida, ahí en la mirada de Ángel, que viene a recordarle a Blanca Estela que la vida continúa, que es cambiante, que tiene sus matices y contrastes pero que es mejor atravesarlos acompañada, del amor más puro e inocente que existe.
"Ser madre de Ángel para mí es una alegría , una emoción porque en el seguro me decían que mi niño no iba ni a poder caminar. Me decían que el niño estaba muy tieso, que estos días de la madre no lo iba a poder celebrar , pero lo hemos logrado, cada enseñanza de sus logros son para mi una recompensa. Yo lo amo y quiero mucho'.
Actualmente Ángel y Blanca Estela forman parte del colectivo de Cuidadoras Potosinas, la primera organización que a nivel nacional ha avanzado en la elaboración de la primer iniciativa de Ley de Protección para las Personas Cuidadoras, en el Estado de San Luis Potosí.
Y la cual busca, empujar una nueva política pública para el estado, y que contempla que se pueda tener una asistencia completa del Estado para apoyar a las personas cuidadoras, en diversos aspectos sociales, laborales y económicos.
Blanca Estela, trabajo y compromiso como cuidadora, llega a recordarle a la sociedad que este 10 de mayo, hay madres de familia que no paran, que continúan, que el amor hacia un hijo, puede convertirse también en un trabajo de tiempo completo, a veces nebuloso al ojo de la indiferencia.
"Yo le hecho ganas pues para sacarlo adelante y le quiero dar una mejor calidad de vida, aunque para eso necesitaría trabajar, pero no tengo un buen trabajo, pero lo tengo a él y ahorita es lo único que me importa ".