Más de 250 perros y gatos rescatados de maltrato o abandono y que fueron resguardados en el Centro Integral de Bienestar Animal (CIBA) lograron ser colocados en adopción responsable, durante la actual administración municipal capitalina.
Gran parte de ese trabajo se realizó con apoyo de asociaciones y rescatistas independientes, principalmente a través de festivales de adopción, pero también de forma directa en las instalaciones del CIBA, donde acudieron personas interesadas en adoptar alguna mascota.
De acuerdo con datos de la jefatura de Ecología y Bienestar Animal de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, a cada una de las adopciones se les da seguimiento para verificar que se trata de personas responsables; no se reportó si hubo algún caso en el que fuera necesario recuperar a la mascota después de alguna adopción.
En total, en los tres años de la actual administración municipal 257 perros y gatos lograron hallar un hogar responsable después de haber sido rescatados de maltrato o abandono.
Cabe citar que en su permanencia en las instalaciones del CIBA –que se ubican en la de la Comandancia Norte de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana- los animales a resguardo reciben atención médica y correcta alimentación y son puestos en adopción hasta que se encuentran rehabilitados totalmente.
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En este sentido, se resaltó que la jefatura de Bienestar Animal desde su creación promovió una cultura de trato digno, tenencia responsable, protección, cuidado de la población animal.
El CIBA cuenta con una treintena de espacios para resguardar perros y gatos e inclusive para otras especies de manera provisional, como ha sucedido con tlacuaches que han sido rescatados.
Así también, se cuenta con espacios especiales provisionales para aquellos perros comunitarios que son llevados para esterilización, ya que deben permanecer unos días bajo observación.
Cabe recordar que la Dirección de Gestión Ecológica y Manejo de Residuos del Ayuntamiento capitalino desincorporó su departamento de Bienestar Animal, que formalmente pasó al control de la jefatura de Ecología y Protección Animal de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, con lo que mejoraron las labores del área.
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