Hasta los propios panistas que llevaron a Xavier Nava a la presidencia municipal están pidiendo la renuncia del secretario del Ayuntamiento Sebastián Pérez García, responsable intelectual de las agresiones y ultrajes cometidos contra la abogada Teresa Carrizales, afirmó la regidora Ana Pineda Guel.
Sin embargo, advirtió que ahora son los navistas “históricos”, como el notario Eduardo Martínez Benavente, quienes buscan salvar de la guillotina política a Pérez García, y a cambio están proponiendo la cabeza del director de Seguridad Pública Municipal.
La regidora perredista comentó que en el intento de salvar al ya repudiado e inutilizado secretario del Ayuntamiento, a estos navistas no les importa estar criminalizando y revictimizando a Carrizales Hernández, a la que, sin pruebas ni dictámenes de autoridad competente, la tachan de delincuente.
“Por organigrama, línea de mando, y hasta sentido común, es obvio que el titular de Seguridad, Edgar Oswaldo Jiménez Arcadia, solo obedecía órdenes del citado Pérez García. De no haber sido así, a tal jefe policiaco lo hubieran renunciado desde que se dio a conocer el video incriminatorio”.
Y quizá eso debió hacer Nava Palacios desde un principio si en verdad quería salvarle el cuello a su colaborador Pérez, segundo en el mando dentro del municipio de la capital.
No lo hizo, y a las protestas por los agravios contra la oficial del Registro Civil se fueron sumando más personajes que demandan un castigo a los autores de la violencia contra la citada profesionista.
Como el escándalo no amaina, es previsible que Nava se decida por sacrificar al peón Jiménez Arcadia, en un intento desesperado por salvar a su alfil Sebastián Pérez.
Aunque esa maniobra ya se veía venir, es de notar que ahora lo plantee uno de los aliados del alcalde, el mencionado notario Eduardo Martínez, quien, de manera directa, señala que el comisario fue “el ejecutor” del desalojo.
El ahora navista tolerante (lo que nunca fueron como oposición), ni siquiera habla de un despido o renuncia de tal funcionario, sino solo de que se le dé “un permiso mientras se investiga”. ¿Condescendiendo con los verdugos?
“¿Qué quiere Martínez Benavente que se investigue? ¿Acaso no ha visto el vídeo que es prueba contundente de agresiones viles, y de las consecuentes violaciones a los Derechos Humanos?”
En todo caso, lo que sí se debe investigar, como reclaman múltiples voces, es sobre quién dio la orden de proceder a tal desalojo, si es solo obra del citado Sebastián Pérez o se encuentra también involucrados otros funcionarios, incluso, por supuesto, el presidente municipal
Al tiempo que Martínez pide que se investigue al director de Seguridad, también prejuzga sobre la probidad del titular de la Fiscalía y del presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, instancias a las que no concede credibilidad.
Sobre la brutalidad de que fue objeto la titular de la oficialía 11 del Registro Civil, el compañero de luchas de Salvador Nava Martínez solo dice que “no fue lo más adecuado” el que la hubieran maltratado y arrastrado por el piso.
Y, luego, pasa a criminalizar y revictimizar a Carrizalez, a la que acusa de “usurpación del cargo”, de perpetrar “actos ilegales”, de cometer “conductas delictivas”, de efectuar “cobros ilegales”, y de otros “excesos”.
Lamentó que hasta unos años era impensable ver a estos distinguidos navistas justificar la represión, el abuso policiaco, y la violencia contra la mujer. Pero todo cambia si es uno de los suyos, un Nava, para más señas, el que “gobierna”.
Pineda concluyó: “El poder corrompe, dicen. También lo hacen los intereses ideológicos, las fobias personales contra adversarios, y la visión clasista que de la sociedad y la política potosina tienen algunos.”
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