Un diagnostico oportuno pudo evitar que “Maricela” perdiera uno de sus senos, y no fue porque no acudiera a tiempo a sus chequeos de rutina, sino porque durante nueve años, los nódulos que iban brotando y creciendo le aseguraron eran “bolitas de grasa”, nueve años de negligencia le han costado un seno y podrían costarle la vida.
No fue hasta que los ardores y dolores eran casi insoportables y el nódulo inicial de 6 milímetros media ya 6 centímetros, que le confirmaron lo que ella ya se temía, cáncer de mama, con nulas posibilidades ya, de conservar su seno.
Entre lágrimas y tristeza comenta, que si hace nueve años este hubiese sido el diagnóstico, tendría más posibilidades de ganar la lucha a esta enfermedad.
En su plática comenta, que la falta de equipo más especializado en las clínicas del IMSS que es donde recibe sus radiaciones, mayor precisión en los estudios de las biopsias o mejor aún una interpretación correcta por parte de los responsables, es pate de las causas de que por 9 años la enfermedad avanzara libremente por su cuerpo.
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Desde los primeros síntomas y los primeros ardores, acudió al médico, a quien ahora le cuestiona, porqué si durante nueve años estuvo bajo “vigilancia” y chequeos médicos, con biopsias que salían bien, con mastografías, mamografías y otros estudios, porque no se le detectó antes su problema, donde estuvo la falla o más bien en quien o quienes.
En su segunda de las ocho quimioterapias iniciales, ya no tiene pelo, ni cejas, ni pestañas, los mareos y las nauseas, el desgano y los remedios son una constante, no es la única que padece la enfermedad y lo sabe, pero espera sí ser la única a quien los propios médicos, enfermeras, laboratoristas, técnicos, no sabe quien, dejaron que su enfermedad avanzara sin un tratamiento oportuno.
A sus 43 años y toda una vida que quiere seguir viviendo, le dice a todas las mujeres, que busquen siempre segundas o terceras opiniones, que no crean siempre en que no hay riesgos, que se aseguren, que repitan las biopsias una y otra vez, que cualquier cosa que se detecten por buena que parezca es mejor extraerla a tiempo, y sobre todo, que procuren estar en manos de buenos médicos.