Mariachis, el alma de las fiestas patrias

Algunos ofrecen descuentos; en promedio cobran dos mil 500 por hora

Miguel Mora | El Sol de San Luis

  · miércoles 15 de septiembre de 2021

Plaza del Mariachi / Cristian Robledo

Entre dos mil 500 y hasta dos mil 800 la hora estarán cobrando las agrupaciones de mariachi por las festividades patrias; algunas ya están “amarradas” con varios eventos y otras esperan ser contratados entre este miércoles y jueves.

Sin embargo, la mayoría ha conseguido los eventos por llamadas telefónicas o contactos a través de redes sociales; ya muy pocos son buscados en la ahora llamada “Plaza de la Música”, antes “Plaza del Mariachi”.

Plaza del Mariachi / Cristian Robledo

“Ya muy pocos se paran por aquí (en la plaza); son más los músicos de polka o norteños los que casi están de planta; se van a alguna cantina cercana a ofrecer sus servicios y luego se regresan”, explica Celestino, integrante de una de esas agrupaciones.

Explica que los pocos mariachis que acuden se “plantan” en más en el jardín de San Juan de Dios, se van hasta la avenida 20 de Noviembre e, incluso, a las orillas de la alameda “Juan Sarabia”.

Actualmente la mayoría de las agrupaciones de mariachis son contratadas por redes sociales o vía telefónica. Para estas fechas patrias, su trabajo abunda y, a veces, ofrecen descuentos en el costo de sus presentaciones.

Mariachis como Mariachi Nuevo MeXXIco, Alas del Potosí, Mariachi Oro y Plata o Alma de América, suelen ser buscados con frecuencia, pero más en estas fechas por ser el alma de tales festividades. No se antoja una noche mexicana sin la música de mariachi.

Plaza del Mariachi / Cristian Robledo

Aunque depende del número de horas que son contratados, del número de sus integrantes o de lo retiado que sea el evento (a veces son contratados en municipios e, inclusive, otras ciudades, actualmente el costo de una hora de mariachi va de los dos mil 500 a los mil 800: Incluso, hay algunos que cobra hasta tres mil pesos por hora, dependiendo de su fama.

Otros, ya están “amarrados” para realizar presentaciones en algún restaurante, mientras otros están a la espera que les lluevan los contratos, como suele suceder ya en las últimas horas.