“Quiero ser soldado para salvar el mundo, me gustan las armas, los coches, los soldados, el muñeco, y las pistolas y los camiones, me gusto venir, me gusto todo y voy a salvar a los buenos de los malos”.
Así lo expreso con el rostro inundado de sorpresa y de la incredulidad propia de la corta edad y la poca experiencia de vida, el pequeño Manuel Galaviz Valencia de 5 años de edad, al ver cumplir su sueño, de formar parte de las Fuerzas Armadas aunque fuese por un día.
Y es que su pequeño y delgado cuerpo marcado por la huella del medicamento y del agotamiento que le produce padecer de Leucemia Linfoblastica, apenas daba en sí en el uniforme pixelado que del 40 Batallón de Infantería se ordenó confeccionar especialmente para él, para que lo portara en la ceremonia de nombramiento que el personal castrense realizó en su honor.
Totalmente emocionado, sus pequeños ojos ensombrecidos por los efectos del medicamento, se llenaban con las imágenes de las instalaciones, de los vehículos militares, de los soldados y de sus armas.
Al vestir el pequeño uniforme, ´Manuelito´, como lo apodaron en el 40 Batallón, el pequeño se desbordaba en emoción, más aún, cuando fue llevado al patio central de las instalaciones donde el Coronel de Infantería DEM, Rolando Solano Rivera, comandante del 40 Batallón de Infantería presidio la ceremonia en la que se le nombro Soldado Honorario, como parte del “Plan de Desarrollo Integral” que implementa la Secretaría de la Defensa Nacional.
Posteriormente, Manuelito fue guiado en un recorrido por las instalaciones donde conoció y pudo palpar de cerca vehículos, armas, equipo de sanidad y transmisiones, al finalizar con el recorrido le fue entregado un reconocimiento y obsequio por el Coronel Solano Rivera, quien igual de emocionado y más conmovido le despidió, reiterándole que ya era parte de las Fuerzas Armadas.
Pese a su enfermedad y con la inquietud propia de su corta edad, Manuelito pudo subir a los vehículos, jugar con los binomios caninos y presenciar una demostración de sus sorprendentes habilidades.
Un momento conmovedor fue cuando uno a uno los binomios se acercaron al pequeño y fijando en él su mirada igualmente conmovedora, y tras la orden del pequeño de saludar, posaron sus manos en las del niño quien tras vencer su temor convivió con caninos y soldados.
Su madre, con la hermanita de Manuel en brazos, se dijo emocionada y agradecida de que los mandos de la 12ª. Zona Militar y 40 Batallón de Infantería, cumplieran el sueño de su hijo, el único varón de la familia y a quien desde hace tres años le diagnosticaron Leucemia.
A él siempre le ha gustado jugar con soldados, siempre ha dicho que quiere ser soldado, estos tres años de tratamiento han sido difíciles sufre mucho, son piquete tras piquete, aparte de las transfusiones de sangre
Comentó que para no revictimizar al menor, toda la familia trata de tratarlo lo más normal posible al igual que un nuño normal con la excepción de que por su condición de salud no asiste a la escuela, “mi papá platica mucho con él, le dice que sea fuerte y valiente como lo son los soldados para que pueda sanar”.