Ríoverde, SLP.- La llama de una estufa proclama el menú del día. Chiles, tortillas, nueces, cacahuates y especias diversas se hunden en una espiral para convertirse en un rico mole, que será acompañado de unos sabrosos frijoles, cocinados por manos deseosas de ayudar al prójimo y saciar el hambre del más desamparado.
Así comienza su día “Ayúdanos a ayudar Rioverde”, un grupo de cuatro integrantes que se plantean la fiel meta de alimentar a personas de bajos recursos del municipio de Rioverde y Ciudad Fernández.
En un pequeño espacio, cómodo y bien acondicionado, ubicado en la calle Mariano Jiménez , en la zona Centro del municipio rioverdense, don José Pilar Juárez Avalos (comerciante), Juan Alejandro Rodríguez Villasana (seminarista en inserción), Blanca Estela Martínez Rosales y María del Refugio Rosales (cocineras y voluntarias), se reúnen todos los días desde que dio inicio la contingencia, para brindar un plato de comida casera a cientos de personas de la localidad que no tienen recurso alguno para alimentarse.
Arroz con mole, rajas con queso y pollo con pasta, son algunos de los platillos que preparan para la gente más necesitada, la cual, espera resiliente a las afueras, con el deseo inocente y ávido de recibir un plato de comida que les llene el estómago y sobre todo dignifique su vida.
“Ayúdanos a ayudar nace al ver la necesidad de nuestra gente y no poder ser indiferentes a lo que está pasando, no solo aquí sino en todo el mundo. Nosotros empezamos anónimamente, pero vimos necesario el pedir apoyo para seguir ayudando a más personas, quienes nos ayudan con los productos en especie o económicamente para lo que se compra al día y nosotros ponemos la mano de obra. Esta labor se creó con un fin solidario, sin afanes políticos, ni de ninguna índole, simplemente ayudar a nuestros hermanos que lo necesitan”, señaló Juan Alejandro.
Ancianos, madres autónomas, hombres de trabajo, niños y adolescentes, que dibujan la pobreza en su rostro, son los beneficiarios de esta ayuda humanitaria. Con un amor a su semejantes que los distingue, estos cuatro héroes sin capa, respaldados también por personas ansiosas de ayudar, comienzan a repartir los paquetes y platos de comida a la hora del medio día.
Las viejecitas se acercan contentas, las madres con algo de pena, los más jóvenes se aproximan entre el cotorreo y las risas, porque pedir un plato que les quite el hambre no es fácil, pero José, Juan, Blanca y María están ahí para recibirles y otorgarles una muestra de afecto, que en estos tiempos de epidemia se ha vuelto más que necesaria.
“Es de gran ayuda el recibir apoyo de la misma comunidad, ya que el solo trabajar nosotros cuatro es complicado, sobre todo en la adquisición de los productos, ya que dependiendo del menú se gastan alrededor de 700 a mil pesos diarios, y se regalan de 50 a 60 platillos por día. Los menús de las comidas varían dependiendo de lo que la gente también nos va donando, por ejemplo son: 1. Arroz, frijoles, ensaladas de nopales, 2. Arroz con pollo y frijoles, 3. Espagueti con pollo y un bolillo, 4. Sopa de fideo, frijoles y calabacitas, 5. Rajas con elote, espagueti y bolillo, todos acompañados también por agua de sabor y tortillas”, puntualizó Alejandro.
Una sonrisa y la calma de sobrevivir un día más, es el aura que envuelve a las personas que alimentan, se van contentas y satisfechas. También ellos las buscan entre las calles, en los comercios o en uno que otro semáforo.
Hasta el momento “Ayúdanos a ayudar Rioverde”, lleva un total de mil 720 platillos repartidos totalmente gratis, y para hacer la labor totalmente verídica para así comprobar las donaciones que se les otorgan, llevan un registro fotográfico de lo recibido en especie, lo donado en efectivo y por supuesto de los beneficiarios, haciendo de esta labor altruista algo transparente y una acción cien por ciento honrada.