¿Cómo reaccionarías, si, recorriendo las calles del Centro Histórico de San Luis Potosí, te encontraras caminando al famoso Edward Scissorhands, mejor conocido como “El joven manos de tijera”?... Aquel famoso personaje de los años ’90, que a pesar del tiempo, continúa gustando a chicos y grandes.
Por increíble que parezca, en esta capital potosina habita el romántico e introvertido joven, que con sus afilados cuchillos, puede crear los más fantásticos cortes de cabello, podar el pasto y hasta esculpir figuras de hielo.
Quién no recuerda esta inolvidable cinta que lanzó al estrellato al actor Johnny Depp y que a casi tres décadas de su estreno, es considerada un clásico del drama y la fantasía.
Cuando tenía 15 años, Jorge Alberto Nieto, nacido en Aguascalientes, vio por primera vez la película de “El joven manos de tijera”.
Fue tal el impacto que le provocó, que en ese entonces se desempeñaba como diseñador de moda “dark”, y decidió crear con sus propias manos, el traje de Edward Scissorhands.
La vestidura permaneció en su closet durante 11 años, hasta que un día despertó y decidió caracterizarse, y salir a las calles.
Él sólo quería conocer la reacción de la gente al ver al “mismísimo manos de tijera recorriendo la ciudad”. Nunca imaginó que aquel juego de adolescente, se convertiría en su fuente de ingresos.
Movido por el gusto que le provocaba dicho personaje, le colocó el último toque al disfraz: “las tijeras”; se maquilló, despeinó su cabello, y obtuvo una increíble personificación, que hoy continúa utilizando para sobrevivir.
Edward representa esa idea de la persona diferente, la rara en la sociedad, algo que me hace sentir identificado, cuando vi la película ya era un clásico y me encantó
Jorge Alberto llevó este personaje a Durango, Zacatecas, Guanajuato, Nuevo León, Nayarit, Sinaloa, Querétaro y otras entidades de la república, pero al llegar a la capital potosina, fue flechado por su “Kim”, y decidió radicar en esta ciudad.
A 8 años de que se convirtió en “El joven manos de tijera” y tras recorrer prácticamente todo el país, este artista callejero, es buscado principalmente por los adultos que visitan la Plaza de Armas en esta ciudad; aunque también hay niños que hasta autógrafos le piden.
Realiza su labor durante 12 horas diariamente soportando las inclemencias del tiempo, y cuando las temperaturas aumentan, “es castigador”, relató, aguantar el traje de piel sintética que lleva prácticamente pegado a su cuerpo.
El peso de “los cuchillos”, que es de aproximadamente un kilogramo en cada mano, después de una larga jornada se convierten en un “pesar”… pero de este noble oficio, puede llevar el sustento a casa, y mantener a su esposa e hijos de manera honrada, “al final del día vale la pena”.
Cuando viene un niño, y te abraza y te dice yo vi tu película, ver esa inocencia, es una gran satisfacción, yo no me veo haciendo otra cosa, amo mi personaje, la gente lo recibe bien, y obtengo el recurso que me permite darle una vida digna a mi familia