Malena estuvo internada 12 días en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), afectada por el mal que ya ha sacudido a más de 31 mil potosinos. Sus tres hijos y ella se contagiaron y narra su estadía en el nosocomio.
La atendieron en el Hospital General de Zona número 2, conocido como el de Cuauhtémoc, ahí le tocó vivir los peores doce días de su vida, fue testigo de atrocidades, dos intentos de suicidio.
Ella es trabajadora de limpieza en una conocida empresa local, no sabe cómo se contagió, aunque presume que pudo ser en el transporte público porque tomó sus medidas de sanidad como todos, solo tiene obesidad y no otros factores de riesgo, por lo que concluye que fue en su trayecto al trabajo donde se contagio, aunque fue de las víctimas que ha logrado salir de la enfermedad.
Desafortunadamente, sus hijos se contagiaron después que ella, aunque su suerte la llevó a permanecer internada 12 días porque no podía respirar.
Desde su perspectiva hace un llamado a la población para que entienda la importancia de mantenerse activa ante la pandemia, no salir y extremar cuidados.
Argumenta que en las frías camas del nosocomio, solo hay soledad, tristeza, y depresión, al grado que muchos de sus compañeros de cuarto intentaron suicidarse. Una mujer y un joven.
Se sentían solos, abandonados, pues detalla que sólo dos personas eran las encargadas de atenderlos, la mujer lloraba de dolor, no lo aguantaba por eso con una sabana se quiso quitar la vida. Mientras que el joven estaba deprimido e intentó dejar de sufrir. Ambos fallaron porque no tenían la condición necesaria para este aterrador suceso. Aunque la mujer falleció a los dos días tras la agonizante vida que le daba el Covid-19.
Esta mujer de menos de 40 años y sus compañeros estaban tan débiles que nada podían hacer, por su parte esta trabajadora de limpieza comenta que no dormía, se pasaba las noches en vela porque el Coronavirus sólo le daba pesadillas, sus compañeros de cuarto cuando tenían fuerzas le pedían que intentará dormir aunque no se atrevía.
También narra que cuando estaba en el sanatorio el personal medico le pedía que se levantará a bañar, aún y cuando no tenía ánimo ni fuerza, a diario lo tenía que hacer. Solo se mojaba el cuerpo y regresaba a la cama donde inmediatamente desfallecía porque la ducha le quitaba fuerza. Asume ahora que la pudieron enfermar de neumonía, aunque en ese momento tenía que cumplir órdenes.
Cuando logró vencer la enfermedad regresó a casa con sus hijos que también lograron salir adelante en casa, ahora está inquieta cada vez que sale a trabajar porque sigue observando cómo los camiones se llenan de gente y además no usan cubrebocas lo que considera una tremenda irresponsabilidad, por eso decidió contarnos su historia.