Existe una relación profunda entre el manejo de las emociones de una persona, con la presencia de trastornos alimenticios, así lo señaló la Psicóloga Diana Gutiérrez.
Quien detalló que el desarrollo de las conductas alimentarias están influidas también, por patrones de pensamiento que pueden llegar a convertirse en una obsesión acerca de cómo se perciben y se ven físicamente las personas.
“El acto de comer puede ser para muchas personas un medio que nos va a permitir a nosotros expresar nuestras emociones.
En donde esta conducta de alimentación va a permitirnos experimentar placeres e incluso va a ayudarnos a gestionar el estrés y las tensiones emocionales, pero eso no quiere decir que sea lo correcto”.
En este sentido, la experta explicó que se trata de conductas de la alimentación, que son incorrectas, pues las personas buscan a través de la comida llenar vacíos o incluso, por medio de la inanición, poder enfrentar crisis emocionales.
“Nuestros hábitos alimenticios sta ligados también a estímulos que desencadenan cambios psicológicos y fisiológicos, y nos ayudan a entender incluso nuestros cambios de emociones, porque el como nos relacionamos con nuestro cuerpo, está vinculado con lo que emocionalmente hemos experimentado “.
Por lo que la experta remarcó que, muchas personas ven la comida como algo reconfortante, como una conexión afectiva, e incluso como un motivante para actuar de manera compulsiva.
“La comida funciona como un neurotransmisor, está muy asociado a un circuito que se le se le conoce como el circuito del placer o de la recompensa, entonces a través de un alimento las personas pueden sentir un momento confortante, de energía y placer “.
La psicóloga detalló también que esto tiene que ver con problemas emocionales, pero también está fuertemente relacionado , con un desbalance hormonal, por ello recomendó que ante cualquier situación en donde se comience a tener estos ataques compulsivos para alimentarse o bien para no hacerlo, acudir con un especialista para un diagnóstico oportuno.
“Podemos recurrir a la comida como un mecanismo, pues de afrontamiento de las emociones, lo que provoca también una baja autoestima, pensamientos de patrones negativos, desencadenando respuestas emocionales que van a llevar a esta alimentación emociona de reacciones compulsivas sobre cómo alimentarse, por ello, ante situaciones estresantes o de ansiedad es esencial visitar a un especialista “.