Dentro del marco del CONIP 2019 que se desarrolla en el IPICYT, el investigador del CINVESTAV Jean Phillippe Vielle Calzada, indicó que el maíz surgió hace 9 mil años en tierras mexicanas, es un elemento indisociable a una cosmogonía de ritos, tradiciones y creencias que nos definen como sociedad, y representa la diversidad biológica más importante a nivel de sistemas de cultivo en México.
“Sin temor a equivocarme, el maíz es la grandeza de México, el centro de convergencia de los mecanismos de pensamiento y de organización social, una creación colectiva vernacular que surge hace 9 mil años en estas tierras y que se constituye como un elemento cultural ineludible desde hace cientos de generaciones”, señaló el genetista.
“Es el actor principal de la milpa, en esta variedad biológica existen hongos, insectos, plantas que cohabitan para favorecer la alimentación humana y es un producto colectivo de México, que tenga un carácter cultural y sea patrimonio nacional es fundamental, siempre y cuando siga siendo un bien que favorezca las condiciones agrícolas de nuestro país”, determinó el doctor en Genética de Plantas.
Vielle Calzada agrega que es importante poder combinar la parte de mejoramiento genético con los métodos más avanzados que existen con un respeto irrestricto a su valor como bien cultural, y por otro lado, entender que la mayor diversidad de maíz que existe en el mundo está en manos de agricultores y campesinos mexicanos.
“Nuestros campesinos producen menos de dos toneladas por hectárea de maíz, es decir, está en manos del sector más desprotegido de agricultores nacionales, que durante muchos años no ha recibido atención por parte de las autoridades para mejorar el patrimonio agrícola”, señala Jean Philippe.
El Investigador Nivel III del SIN indica que el maíz no está en riesgo de perderse pero sí está en riesgo a ser desplazado, lo que evitaría que los beneficios de su diversidad realmente tengan impacto positivo en la agricultura.
“Las compañías semilleras hacen que sean solo ciertos maíces los que se producen y venden, muchos no siempre adaptados a las condiciones geográficas, la posibilidad de tener acceso a nuevas variantes genéticas de maíz, mejor adaptadas a condiciones climáticas y geográficas en México es de enorme interés científico para nosotros y para ayuda de los campesinos”, finaliza.