Peregrinos de la Caravana Nacional de la Fe, entre ellos nuestros hermanos potosinos, se postraron ante la hermosa Madre de Dios, en su advocación de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos, de quien celebramos 400 años de milagros ininterrumpidos por su poderosa intercesión y protección.
Por tal razón, --y como era de esperarse--, como cada año consecutivo, desde hace 400 años, fieles Marianos Sanjuaneros, potosinos y mexicanos de diversas partes de la República Mexicana, se dieron cita para honrar, venerar y festejar jubilosamente y con profundo amor a la Virgen de San Juan de los Lagos, también llamada amorosa y cariñosamente por los oriundos de San Juan de los Lagos como la "Sanjuanita", a quien con palpitante fervor verdaderamente impresionante que sale por los poros, veneraron en su preciosa e imponente Catedral Basílica, a la cual llegaron miles y miles de peregrinos que se postraron a las plantas de la Virgen-Madre para agradecerle 400 años de milagros como protectora nuestra.
Con evidente fervor Mariano se festeja a la Madre de Dios en esta amada y afamada advocación en magna solemnidad-festividad que fue presidida por nuestro Arzobispo de San Luis Potosí y Administrador Apostólico de la Diócesis de San Juan de los Lagos, Monseñor Jorge Alberto Cavazos Arizpe, quien antes de presidir la solemne Eucaristía pidió para que impere la paz, el amor y la fraternidad entre las naciones del mundo entero, elevó su oración a la Virgen Sanjuanita para que prevalezca la unidad y el amor de cada una de las familias, sin olvidarse de pedir para que Dios nos conceda por intercesión de Su Madre Santísima, más Vocaciones Sacerdotales y Religiosas, en el marco del Día de la Vida Consagrada que celebramos este Jueves.
Cabe señalar que este 02 de febrero, también se celebra a Nuestra Señora de la Candelaria o Virgen de la Candela, y conmemoramos los Misterios Gozosos de la Presentación del Niño Jesús en el Templo y la Purificación de la Santísima Virgen María, por lo que miles de fieles llevaron a bendecir velas, a los Niños Dios y a sus hijos pequeños, a imitación de Jesús-Niño que fue presentado al Templo de Dios después de 40 días de su Nacimiento.
El Jerarca Católico pidió también por nuestros niños y jóvenes, para que sepamos darles los adultos, buen testimonio de vida y educarlos conforme a los Mandamientos, que nunca perderán vigencia y nos ayudarán a ser plenamente felices. "De eso que no les quede duda alguna", enfatizó.
Vivamos de la mano de Jesús y de María Santísima nuestra Madre amorosa que nunca nos abandona en nuestras enfermedades, penas, angustias, tristezas y adversidades.