Con desbordante regocijo espiritual se celebró la magna Festividad en honor a Nuestra Señora del Rosario en el Templo de San Juan de Dios, ubicado en la zona Centro de nuestra hermosa capital potosina.

Con diversas actividades Religiosas realizadas durante el novenario, sin faltar las tradicionales mañanitas, pirotecnia, toritos, kermés, música tradicional, danzantes y tambora, degustación y reliquia de tamalitos, atolito y café, se honró a la preciosa Virgen del Rosario.

La Misa solemne fue presidida por el Vicario Episcopal de la Arquiócesis Potosina, Canónigo, Pbro. Dr. Gilberto Amaya Martínez, acompañado del Pbro. Jorge Carlos García Noyola, y un grupo de Sacerdotes invitados, del Decanato de Nuestra Señora de la Expectación quienes gustosos participaron en esta magna Festividad de nuestra Madre Santísima.

El Canónigo Gilberto Amaya, nos exhortó a rezar todos los días el Santo Rosario, contemplando y meditando los Misterios Gozosos, Dolorosos, Luminosos, y Gloriosos, y a vivir esa fe 100% Cristocéntrica.

"No dejemos de rezar el Rosario día con día, pero no por costumbre, ni sin sentir lo que decimos de forma repetitiva, sino desde lo más profundo de nuestro corazón, para que Nuestra Señora del Rosario, abogue e interceda por nosotros como en las Bodas de Caná".

"Recordemos que el rezo del Santo Rosario es la mejor arma para combatir todo tipo de tentaciones, pruebas, para superar las enfermedades, en las calamidades, adversidades, en la lucha contra nuestros enemigos del alma y del cuerpo, y en los momentos más difíciles, el Rosario es el arma que nos hace salir siempre victoriosos ante tanto reto y adversidad". Es el arma que derrota a Satanás". "Comprobado está que a través de los Santos y de los siglos que han dado pruebas fidedignas de los grandes milagros y conversiones que hace en nosotros y en quienes rezan el Santo Rosario, así que no dudemos nunca de su eficacia", dijo el Pbro. Gilberto Amaya Martínez.

Fue muy evidente que el Pbro. Jorge Carlos García Noyola se esmeró en gran medida para que Nuestra Señora del Rosario fuera festejada dignamente y con profundo fervor y amor a nuestra Madre Santísima.