Las emociones se contagian, alegría o malhumor, antes de impartir una clase el maestro debe regularse para controlar sus procesos emocionales, puede hacer ejercicios sencillos que le permitan tener un ritmo cardiaco adecuado y así controlar sus emociones en la mente”, es lo que recomendó el maestro Jorge A. Oriza Vargas a los integrantes del Centro de Investigación para la Administración Educativa, CINADE.
En el marco de la presentación del libro “La Inteligencia Emocional en la Responsabilidad Docente”, que se realizó en el auditorio Centro Social y Cultural de la Sección 52 del SNTE, “Huelguistas de 1931”, ante más de 150 alumnos de posgrado, habló sobre el papel que desempeñan los maestros dentro del proceso enseñanza-aprendizaje y la importancia del manejo de los estados de ánimo de los docentes.
Urgió a los docentes para que trabajen sobre sus emociones personales con un enfoque ético “tenemos que trabajar causa y efecto para que la mayoría de los maestros sean mejores, primero en lo personal del maestro consigo mismo, hablamos de un enfoque ético, con variables psicológicas, inteligencia emocional, diferenciación de emociones y sentimientos, después la relación causa y efecto influye en las actitudes, lo que nos da el autoconocimiento para llegar a la regulación, autodominio de control personal. Esto es inteligencia emocional”.
Jorge Oriza Vargas nació en Orizaba, Veracruz. Es ingeniero en Comunicaciones y Electrónica, egresado del Instituto Politécnico Nacional en 1974, y tiene estudios de postgrado en Administración Pública en la Universidad Iberoamericana en Alta Dirección, en el Instituto Tecnológico Autónomo de México, ITAM y Reingeniería de Procesos en el Tecnológico de Monterrey, ITESM.
Ha desarrollado una larga trayectoria profesional de más de cuarenta años en la industria, en el ámbito docente y en la capacitación empresarial.
Formaron parte de la presentación, Joel Ramos Leyva, director general de CINADE, José Luis Ortiz Rosales, profesor titular del Instituto Tecnológico de Monterrey, ITESM, así como Arturo Ramírez Castillo, director académico del CINADE.