Los trastornos de ansiedad son un grupo variado de afecciones que tienen en común la sensación de ansiedad intensa ante diversas situaciones o contextos, generando así el temor obsesivo en espacios abiertos, trastorno generalizado de ansiedad, ataques de pánico, estrés postraumático, trastorno obsesivo compulsivo, psicosis, entre otros, señaló María Genoveva Moreno Torres de la Clínica Psiquiátrica Dr. Everardo Neumann Peña.
Un trastorno de ansiedad se desencadena por muchas situaciones, algunas de ellas traumáticas y otras que forman parte de la vida cotidiana, ambas llegan a generar intensos episodios ansiosos que pueden llegar a incrementarse debido a que son alimentados por diversas distorsiones en nuestro pensamiento, llegando a generar intenso malestar por meses o años.
Cuando ocurre de forma leve es una respuesta habitual a circunstancias estresantes. No deja de ser un mecanismo de alerta que nos advierte de una situación amenazante y que nos permite prepararnos para hacerle frente. El problema llega cuando las reacciones son demasiado intensas, muy frecuentes o se ajustan poco a la realidad de la situación.
Cuando se produce un gran malestar, con síntomas físicos y psicológicos significativos y recurrentes, se considera patológica ya que nos impide llevar a cabo nuestras actividades cotidianas.
Este trastorno afecta mayormente a las mujeres ya que los datos revelan que son ellas las que han padecido ansiedad en algún momento de su vida a comparación de los hombres con menor índice, resaltó la especialista.
Las formas de manifestar la ansiedad son muy variadas, aunque hay algunas características comunes, como síntomas psicológicos frecuentes tales como: la preocupación constante y excesiva, las dificultades para concentrarse, la aprehensión, los olvidos frecuentes, la irritabilidad, la sensación de agobio, la inquietud o el miedo a perder el control. Además la ansiedad también presenta síntomas físicos como tensión muscular, sudoración, palpitaciones, dolor en el pecho, dificultad para respirar, náuseas, vómitos y dolor de cabeza por mencionar algunos.
María Genoveva Moreno Torres, comentó que la ansiedad se puede abordar de manera psicológica y farmacológica, siendo más efectivos cuando se combinan.
Busca cambiar comportamientos reforzando los mecanismos de defensas y promoviendo un estilo de pensamiento con mayor funcionalidad hacia una personalidad positiva. El método más usado es la terapia cognitivo-conductual, que pretende ayudar al paciente a comprender la naturaleza de lo que le ocurre, la forma en la cual el mismo paciente refuerza sus respuestas ansiosas y el manejo de éstas, a debatir las distorsiones cognitivas presentes y modular nuestro pensamiento ansioso con nuevas y más adaptables cogniciones, así también se refuerzan diversas habilidades sociales e interpersonales que fortalecen la seguridad y autoestima del paciente.
Ante un problema fuerte o permanente de ansiedad, es necesario acudir a un médico psiquiatra ya que es quien debe evaluar los síntomas, diagnosticar el trastorno y determinar la mejor forma de tratarlo. No obstante, hay que tomar en cuenta que es importante cambiar nuestra forma de pensar, llevar una vida saludable y aprender a relajarnos practicando algún deporte, disciplina o hobbie favorito.