Evidentemente, el angelito más famoso que reposa en el panteón de El Saucito, es Poleth Viridiana, de la que ya hay varias leyendas a su alrededor; sin embargo, ese cementerio alberga decenas o cientos de tumbas de niños y niñas, todos bien recordados.
Los más, con su sepulcro vistoso, algunos semejantes a casas de muñecas, otros a castillos, pero todos de colores llamativos e, inclusive, con los dibujos plasmados de quienes fueron sus superhéroes o caricaturas favoritas.
Es sobrecogedor asomarse a esos sepulcros -la mayoría con pequeñas ventanas para mirar al interior-, y ver sus fotos, sus juguetes favoritos.
Este martes, 01 de noviembre, Día de todos los Santos es conocido también como el Día de los Angelitos o de los “muertos chiquitos”, y se ofrecen ofrendas a las pequeñas y pequeños que han dejado el mundo de los vivos, pero que se sabe regresan a convivir en familia, cuando los ángeles regresan a casa, dicen.
Muchas familias acuden a los cementerios a realizar la limpieza de sus tumbas, a sentarse en ellas y recordar a los pequeños que ahí yacen, y a platicar con ellos… Y a escucharlos.
Sin embargo, la capilla donde están los restos de Poleth Viridiana –sobre la avenida principal-, conocida como la niña de la casita de las muñecas o por como la “mensajera de los olvidados” es quizá la más conocida, y alrededor de ella hay ya varias leyendas; hay quien ha notado que sus muñecas y otros juguetes constantemente cambian de lugar, y es porque ella sale a jugar con ellos.
Poleth Viridiana, quien era una niña de buen corazón, dicen que ha ayudado a muchas personas, las que acuden a agradecerle; por ello, su lugar siempre está lleno de flores y muy aseado.
Lamentablemente, hay pequeños que dejaron este mundo y cuyos sepulcros han sido abandonados, probablemente porque ya sus familiares tampoco están; no obstante, como ocurrió este día, hay personas que acuden a visitar a sus deudos y que, de paso, aprovechan para realizar limpieza en los espacios vecinos, incluyendo la de esos “muertos chiquitos”.
Sin embargo, no hay que olvidar que también es Día de todos los Santos festividad que, se dice, fue instaurada por el papa Urbano IV, en el siglo XII, para compensar a todos aquellos santos que no tenían fiesta propia en el calendario litúrgico