En los ejidos del municipio de Soledad de Graciano Sánchez, a unos 10 minutos de su plaza central, algunas familias ya comenzaron a levantar la cosecha de una de las hortalizas más benéficas para la salud y la más fácil de sembrar: la acelga.
En un recorrido realizado por El Sol de San Luis, la familia Martínez Suárez, compartió cómo es vivir de la cosecha de temporada, los retos y algunos de los beneficios que les trae este trabajo que les ayuda a subsistir.
"Tenemos ya unos 15 años cosechando todo tipo de hortalizas. Esta temporada tocó acelgas, porque su cultivo es muy fácil y se vende rápidamente", mencionó la cabeza de la familia, la señora María Guadalupe.
Sus hijas e hijo, remarcan que desde hace tres años notaron que la venta de acelga en San Luis Potosí iba incrementando y que esta hortaliza se vendía fácilmente.
Desde entonces emprendieron la aventura de preparar la tierra del ejido, las semillas y el suelo para que esta planta germinara.
"No es tan difícil cosecharla de hecho creo que es de las siembra que más fácil se da. Después de que germina se replanta y tiene que haber una distancia entre ellas de 15 a 25 centímetros para que se asiente bien en la tierra".
Después de ello, se dejan crecer entre unas dos a cuatro semanas hasta que alcancen una altura aproximada de 20 centímetros.
La familia Martínez menciona que, quienes suelen comprar parte de lo que producen sus cultivos son los mismos mercados del municipio, o bien, comerciantes de la Central de Abastos.
"Nos ha ido bien, este clima nos ayuda mucho a qué crezcan muy verdes y grandes. La mayoría se lleva entre 100 ó 150 racimos de acelga pues no producimos grandes cantidades".
Sin embargo la venta de ésta hortaliza, les permite sobrevivir de la cosecha y de lo que han aprendido a lo largo de estos años.
El costo por kilo de acelga en el estado de San Luis Potosí cerró con 17 pesos este pasado diciembre de 2021. Actualmente, se vende entre los 13 y 15 pesos.
En SGS, se cultivan dos tipos de especies de las cinco que existen. Una de ellas es la Besanne, que se caracteriza por su profundo color verde y hojas onduladas y gruesas.
La otra lleva por nombre Amarilla de Lyon, que como su nombre lo dice su follaje va del amarillo intenso al verde y su tamaño es mucho menor a la que cultivan normalmente.
"Nuestros ingresos no son muchos, pero nos permite sobrevivir y hoy más que nunca por la pandemia. Aquí en Soledad hay muchos cultivos de todo tipo y por temporada. Aquí se produce de todo", expresó María.