Ayer la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) otorgó un amparo a la familia de la joven Karla Pontigo fallecida en octubre de 2012 a causa de heridas sufridas en una discoteca de la capital de San Luis Potosí. La resolución ordena reponer el caso dictaminado por las autoridades locales como “un accidente”, cuando según peritajes se trató de un asesinato y deberá ser investigado como probable feminicidio.
La sociedad potosina acogió la resolución y la hizo suya como un clamor de justicia que no había sido escuchado.
A siete años de distancia, el sitio donde ocurrió el suceso ha desparecido. La discoteca denominada Play Club fue remodelada en julio de 2014 a pesar de que las investigaciones no habían concluido; a la fecha una docena de nuevos negocios han pretendido florecer en ese lugar, sin éxito. Desde agencias de viajes, hasta gimnasios.
“Muy feliz de que se haya hecho justicia, ahora nuevamente regreso a mi estado (San Luis Potosí) con una satisfacción que no tengo cómo expresarla, agradezco a los ministros que vieron todas las anomalías que el Estado hizo en el caso de mi hija, hay una justicia, una justicia que tanto estuve buscando”, refirió en entrevista Esperanza Lucciotto madre de Karla del Carmen Pontigo.
La tragedia
Era la madrugada del 28 de octubre de 2012; la joven de 22 años Karla Pontigo Luccioto se encontraba trabajando como animadora en el centro nocturno Play Club localizado en avenida Carranza en el emblemático barrio de Tequis de la capital potosina.
Las manecillas del reloj marcaban las 02:50 horas y su hermano Fernando Pontigo , recibió una llamada de empleados del antro donde le informaban que Karla había sufrido un accidente.
10 minutos después, Fernando llegó al lugar donde encontró malherida a su hermana. El cuadro era aterrador, tirada en el suelo en medio de un charco de sangre y llena de vidrios.
25 minutos después llegó una ambulancia. Karla fue ingresada al área de urgencias del Hospital Central “Ignacio Morones Prieto” donde trataron de salvarle la vida. Luego de dos cirugías y ocho horas de trabajo en el quirófano, falleció.
La necropsia revela 39 heridas internas y externas, entre ellas, lesiones en genitales, ojo, labio y cráneo, así como diversas lesiones punzocortantes. El parte médico revela desgarre vaginal. Asimismo se encontraron heridas defensivas y propias de un ataque sexual.
El Dictamen
En 2013 la Procuraduría General de Justicia del Estado determinó que la joven chocó "accidentalmente" contra una puerta de cristal. Un vidrio le habría causado la muerte al desangrarse. Se acusó al gerente del negocio Jorge V. de “homicidio culposo”, por lo que pudo seguir el proceso en libertad.
La muerte de Karla Pontigo fue calificada como un accidente a pesar de los antecedentes de hostigamiento por parte de su empleador, manifestó su madre. El asunto se siguió en el expediente 877/2012
El Calvario
En 2014, la madre de Karla, Esperanza Lucciotto, pidió ayuda a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el máximo tribunal del país. . En 2015, la Suprema Corte aceptó el caso.
En el espectro local, el caso se llevó durante la administración del ex gobernador Fernando Toranzo Fernández.
El 11 de enero de 2016 la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió la recomendación 55/2015 contra las autoridades locales por violación al derecho de acceso a la justicia y por actos y omisiones de servidores públicos de la Procuraduría Estatal en la averiguación previa.
Noviembre de 2019, la Suprema Corte otorga amparo y ordena reponer la investigación del caso para ser tratado como probable feminicidio.
Sed de Justicia
La señora Esperanza Luccioto, madre de Karla Pontigo tiene 51 años de edad y es una mujer trabajadora que ha vivido siete traumáticos años en busca de justicia para su hija.