La Secretaría de Salud del Gobierno del Estado, emitió recomendaciones para prevenir infecciones por Virus Coxsackie, aunque no quisieron especificar el número de casos detectados en la entidad potosina.

Mónica Liliana Rangel Martínez, titular de los Servicios Estatales de Salud, sostuvo que se han presentado algunos casos en el estado de esta enfermedad, aunque aclaró que se trata de un padecimiento que es común y que además es de circulación anual.

"El virus Coxsackie, es un enterovirus, estos viven en el tracto digestivo de los seres humanos y se pueden contagiar de una persona a otra a través del contacto con manos sucias o superficies contaminadas, a través de las heces, por secreciones de nariz y garganta y el líquido de las ampollas que ocasiona en manos".

Dijo que en la mayoría de los casos, los virus Coxsackie provocan síntomas leves parecidos a los de la gripe, que desaparecen sin tratamiento; sin embargo ocasionan la enfermedad conocida comúnmente como "manos, pies y boca", aunque de no ser atendida puede provocar conjuntivitis hemorrágica e inclusive algunos más graves pueden causar meningitis, encefalitis y miocarditis.

Se pueden presentar casos durante todo el año ya que esta enfermedad de manos, pies y boca, se caracteriza por la aparición de ampollas rojas y dolorosas en la garganta, la lengua, las encías, el paladar y la cara interna de las mejillas, así como en las palmas de las manos y las plantas de los pies.

Estos virus son muy contagiosos y principalmente afectan a los bebés y los menores de 5 años, en los adultos puede no generar síntomas, sin embargo si pueden transmitir la enfermedad. Al parecer, no existe vacuna para prevenir la infección por el virus Coxsackie. La principal medida para evitar este tipo de enfermedades consiste en mejorar los hábitos higiénicos en general, pero sobre todo lavarse las manos con mayor frecuencia.

La titular de salud en el estado recomendó a los padres estar atentos ante la presencia de este padecimiento y fomentar la toma de líquidos para prevenir la deshidratación.

Entre la sintomatología se encuentran fiebre de más 38 °C, problemas para alimentarse, vómito, diarrea, dificultad para respirar, convulsiones, somnolencia anormal, dolor en el pecho o el abdomen, llagas en la piel o dentro de la boca, rigidez de cuello, ojos rojos, hinchados y llorosos; ante éstos, se debe demandar atención médica inmediata.