El arzobispo de San Luis Potosí, Jesús Carlos Cabrero Romero, hizo un llamado a todos los potosinos a que estos días Santos los dediquemos a reflexionar sobre nuestra vida y valorar el sacrificio que hizo Jesucristo de entregar la suya, en este sentido expresó que hoy en día es una demanda el amor cristiano, pero no es algo que sólo se debe exigir a los políticos sino también a todos como cristianos.
“Yo los invito, de todo corazón, que ojalá estos días santos nos ayuden a dedicarnos a pensar en nosotros mismos y a interiorizar nuestra vida, pero desde la presencia de Dios que a través de Jesucristo ha dado su vida por nosotros, nos invita a que tratemos de valorar esa vida que se nos ha entregado y tratemos de acomodar la nuestra en lo fundamental que el amor cristiano, el cual hoy es una demanda. No sólo lo debemos exigir a los políticos sino nosotros cristianos, católicos tenemos que llevar a cabo el mandato del amor, testimoniar el amor de Jesucristo en todas partes y especialmente en los más alejados”, apuntó.
En este sentido, manifestó que esta temporada es una oportunidad que tienen todas aquellas personas que se han encaminado por un mal camino para que se reencuentren así mismos y valoren su vida, por lo que los exhortó a que busquen restituir su camino.
“Hay que tener en consideración esos crímenes que se están dando especialmente hacia la mujer, desde los atentados a las personas en el sentido de los asaltos y de quererles quitar sus pertenencias, de entrar a sus casas y robar, todos estos ilícitos incluyendo los atentados contra la vida yo creo que no corresponden a nuestra dignidad humana. A ellos les invito no sólo que se detengan sino que saquen de ellos todo lo que llevan dentro de sí porque son instrumento de esa maldad que destruye la ciudadanía y priva muchas veces hasta de la vida; los exhorto a ellos y los animo, porque por ahí no es el camino, no es la respuesta”, apuntó.
Posteriormente el arzobispo presidió la misa de la consagración de los Santos Óleos en la Catedral Metropolitana la cual fue concelebrada con Monseñor Arturo Antonio Szymanski Ramírez.
En esta llamada “Misa Mayor” se llevó a cabo la bendición del Santo Crisma el cual es utilizado para la Ordenación Sacerdotal, la unción de Catecúmenos para el Sacramento del Bautismo y finalmente el Óleo que se usa para los enfermos; estos tres elementos se consagran y son entregados a los curas para que sean llevados a las diferente parroquias, los cuales les servirán durante un año para realizar su ministerio pastoral.
Así mismo, se aprovechó el momento para que los presbíteros que estuvieron presentes en la celebración renovaran sus promesas sacerdotales.