Aunque el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI) señala que estadísticamente los mexicanos solo leen tres libros al año, únicamente se consideran los textos académicos dejando de lado la literatura universal, señaló en entrevista el pasante Juan Ángel González Castillo de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
Explicó que, debido a la competencia entre el libro electrónico e impreso, entre su permanencia o desuso, los profesionistas en el área de la información deben de estar preparados para enfrentar las nuevas necesidades del usuario.
“Estamos en un proceso de cambio, los profesionistas deben de evolucionar a la par de esto, es momento de automatizar las bibliotecas y digitalizar la información para hacerla más accesible”.
González Castillo resaltó que, a pesar del auge por lo electrónico, existe un factor humano que hace preferir el impreso, el libro en cualquier versión no desaparecerá, porque es el medio por el que se transmite información, solo cambia de formato.
“Como el libro digital es algo nuevo, las personas tienen curiosidad de saber si es mejor, más accesible, menos pesado, etc.”.
Indicó que los dos formatos ayudan a transmitir la información, depende de las necesidades del usuario, por ejemplo, si la persona que lo requiere está al otro lado del mundo, no se le puede enviar la versión impresa, se necesita de manera electrónica para mandarlo por medio de un correo o una red social.
Detalló que para leer literatura el libro impreso es el más popular y para texto académico se utiliza más el formato electrónico, esto se debe a que los libros especializados son muy caros, es más económico descárgalos de internet.
Juan Ángel González sostuvo que es necesario hacer más actividades para el fomento a la lectura, empezando desde la niñez, hacer conciencia en las primarias de la importancia de tener un espacio para esto, pequeñas bibliotecas, libros del rincón, hora del cuento, etc.