Por supuesto que el “LGBTianguis” llama la atención, llama al morbo, a los prejuicios… pero no. No se trata de ir a ver o comprar productos exclusivos de esa comunidad; se trata de apoyar a jóvenes emprendedores, con negocios locales -algunos ya de alcance nacional- que fabrican la mayoría de las veces de forma artesanal ropa, aretes y otros accesorios, alimentos y hasta bebidas como pulque de sabores o crema de mezcal.
Sí, también hay juguetes sexuales, pero esos son artículos de necesidad para todos, todas… y todes.
La sede del “LGBTianguis” es el patio central de Palacio Municipal de San Luis Potosí, en el Centro Histórico abierto para esa diversidad y para mostrar a la población que son falsos los estereotipo sobre lesbianas, gays, transexuales bisexuales, y que entre ellos hay emprendedores.
Son 35 emprendedores que igual apoyan a otras causas con el dinero que recaudan como croquetones, juguetones u organizan conversatorios. También participan asesores financieros y de seguros.
Nicolás Ayala, un gran activista por los derechos LGBT, se desvive en su monólogo que repite cada vez que se acerca alguien a su puesto de la agrupación Potosinos por el Cambio, que apoya para generar cambios en la sociedad y su percepción hacia la comunidad, pero también en apoyo a la “Casa Orquídea”, una especie de refugio para aquellas personas rechazadas por su familia o amigos, por su orientación sexual. El programa es “No estás sole”.
Y Alex Sánchez también se aplica con todas sus ganas para comercializar sus frituras y preparados, porque el dinero que recauda en éste y otros eventos, no es para su bolsillo: Lo entrega a la “Fundación Nutriendo” que apadrina niños y niñas en situación de vulnerabilidad.
También está Fantasiarte.mx, que comercializa accesorios como aretes “no muy comunes”, es decir, con formas extrañas.
Paola Pedraza, del colectivo “LGBT rigths” busca y apoya el liderazgo de jóvenes, pero también está la empresa familiar “Conseja de la Luna” que elabora todo aquello que pueda llevar pulque, como pan, pizzas o paletas de ese elíxir de los dioses y diosas.
Y claro que por todos lados aparece la bandera del orgullo, ese arcoíris que es el símbolo, con el que en esta ocasión se adornó Palacio Municipal. Y si se acaban los colores ahí está Novedades Celia que tiene plumones, aerosoles para revivir ese arcoíris. Todo lo que un diseñador de arte temático necesita.
Spencer diseñador con sus faldas, camisas, bolsos con ese toque especial. Y que tal los brownies para diabéticos o para alérgicos al gluten, la ropa basada en conceptos Anime o K-Pop. También la conocida como “ropa alternativa”, y aquella “para todos los cuerpos, formas y tamaños”, dice su vendedor.
Y de lo mejor: Una línea de organización de eventos inclusivos, y aquel para tours turísticos en la capital o destinos en el estado especializados en la comunidad.
No podía faltar la mágica herbolaria, ni menos el mezcal. El que se encuentra en este tianguis es el mezcal “Sin nombre”, con curados y cremas, todo también elaborado por manos locales.
Vale la pena ir a apoyar a estos grandes emprendedores, consumir lo local e ir abandonando los prejuicios. Ya no estamos en el siglo XIX. Definitivamente.