A 20 minutos del centro de la capital de San Luis, a menos de 10 kilómetros de distancia en coche, se encuentra un paraje natural muy concurrido por los potosinos amantes de la naturaleza, y es mejor conocido como la Cañada del Lobo.
A pesar de ser un lugar muy concurrido los fines de semana, son múltiples los misterios que suceden en este lugar desde hace muchos años.
Una de las leyendas habla sobre el origen de su nombre, y es que la gente cuenta, que antes de que estuviera la presa, al lugar bajaban lobos de la sierra a matar al ganado y una que otra persona que se les atravesaba en el camino, y de aquí vendría su nombre, “La Cañada del Lobo”.
Otra historia cuenta que una vez construida la presa, las familias se acercaban más a esta área natural para disfrutar de un agradable paseo, sin embargo, estas o sus integrantes desaparecían, y a pesar de toda la investigación por parte de la policía, jamás pudieron dar con ellos. Se estableció la teoría de que las victimas habrían sido devoradas por lobos, sin embargo esta suposición no tendría sentido, pues ni siquiera se encontraron restos de la ropa o manchas de sangre de las personas desvanecidas.
Otra teoría señala que las víctimas habrían caído en pantanos, y estos habrían quedado atrapados para siempre en sus profundidades. Si bien existen explicaciones alternas para los sucesos de la Cañada del Lobo, ninguna deja de ser turbia; desaparecer de la nada, ser devorado vivo, o morir lentamente en un pantano, es una forma muy tétrica de irse de este mundo.
Otra de las cosas que también se habla es que por las noches varios grupos de personas y cofradías se adentran en las profundidades de la cañada para realizar trabajaos de brujería, practicar la magia negra y hasta realizar sacrificios.
Alrededor de todas estas leyendas o hechos reales, existe la historia de “El Tesoro de la Bruja”.
Hace décadas en una choza de esta área natural, vivía una mujer que no permitía que nadie se acercara a sus dominios. De vez en cuando, la mujer bajaba a la ciudad a lo que hoy se conoce como San Juan de Dios y en un mercadito de la época, atendía a la gente ofreciendo trabajos de limpias, curaciones, y trabajos de magia blanca y negra.
Entre los potosinos se murmuraba que “era una bruja”, por las actividades a las que esta se dedicaba, sin embargo, aparte de la magia, se cuenta que también a la mujer le gustaba coleccionar objetos de gran valor.
Así, cuando una diligencia cruzaba la ciudad, la bruja usaba sus habilidades para robar a las personas sin que estas se dieran cuenta, sólo hasta que se disponían a revisar sus cosas y se daban cuenta, que ya les faltaba todos los objetos valiosos.
Así, la mujer poco a poco fue recolectando un tesoro tan grande y de valor inconmensurable en lo más profundo de la Cañada del Lobo, que hasta la fecha, nadie ha podido encontrar.
Cuentan los potosinos, que la bruja lanzó un hechizo sobre una cueva y guardo toda su riqueza en lo más profundo de esta; y todo aquel que quiera ir por el gran caudal, deberá esperar hasta un viernes santo y cuando el primer rayo de sol toque la cañada, en ese momento se abrirá la cueva que resguarda la fortuna sólo por breves instantes.
Sin embargo, aquel que se adentre a la caverna, deberá sacar todo el tesoro o irse con las manos vacías, pues una vez adentro, escucharás la tétrica voz de la bruja decirte “todo o nada”.
Hasta la fecha, no hay nadie que haya podido salir con todo, inclusive, hay gente que dice que familia y amigos suyos se aventuraron a ir por el tesoro, pero estos, jamás pudieron salir de la cueva, y algunos de los que cuentan esta historia, dicen ser esas personas que salieron con las manos vacías.