San Luis Potosí enfrenta un panorama alarmante en materia de violencia contra las mujeres. En un encuentro con familias víctimas de feminicidio, la investigadora y autora de La guerra contra las mujeres, Rita Segato, criticó la intención de levantar las Alertas de Violencia de Género (AVG) en algunos municipios del estado, sin antes garantizar que los feminicidios y otras muertes violentas de mujeres no solo se reduzcan, sino que culminen con sentencias firmes contra los responsables.

Actualmente, solo el 3.7% de los feminicidios en San Luis Potosí cuenta con una sentencia. Este dato dijo, refleja una falla estructural en el sistema de justicia, agravada por el constante incremento de la violencia familiar. Además, de que la capital potosina se encuentra entre los 20 municipios con mayor incidencia de feminicidios a nivel nacional, un hecho que evidencia la desatención estatal hacia esta problemática.

Un sistema de justicia sin perspectiva de género

Durante el encuentro, Segato destacó cómo la falta de capacitación con perspectiva de género entre jueces y autoridades judiciales afecta la impartición de justicia. Como ejemplo, mencionó el caso de Lupita Viramontes Cruz, una adolescente asesinada en 2012. Uno de sus feminicidas, que había permanecido prófugo durante años, está próximo a quedar en libertad tras solicitar que su caso sea tratado como delito de menores, ya que al momento de los hechos era menor de edad. Este tipo de situaciones, explicó Segato, son muestra de un sistema que no prioriza ni comprende la gravedad de los crímenes contra las mujeres.

Crítica a las decisiones gubernamentales

La investigadora también calificó como un error la decisión de levantar las AVG en municipios como Tamazunchale, Tamuín y Matehuala, así como la intención de retirarlas en la capital y en Soledad de Graciano Sánchez. Segato argumentó que esta medida parece responder más a una estrategia para mejorar cifras oficiales que a un verdadero compromiso con la protección de las mujeres.

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“Las Alertas de Violencia de Género no solo deben enfocarse en los feminicidios, sino también en las distintas violencias que enfrentan las mujeres por el simple hecho de serlo”, enfatizó. Asimismo, criticó que las autoridades no tengan una comprensión integral de las condiciones que perpetúan la violencia feminicida, lo que dificulta la implementación de soluciones efectivas.

Un llamado a la acción contundente

Para Segato, el levantamiento de las AVG solo sería justificable cuando el estado pueda garantizar plenamente que los feminicidios han disminuido de manera significativa y que todos los casos cuentan con sentencias que reparen el daño y eviten la reincidencia. Insistió en que, mientras esto no ocurra, las alertas siguen siendo herramientas vitales para visibilizar y combatir la violencia contra las mujeres.