La legalización de autos chocolate es un tema político y populista, uno de los mayores actos de corrupción que terminará por darle “el tiro de gracia” a la Industria Automotriz del país, ya que en el primer bimestre del año se ha acumulado una caída del dos por ciento en las ventas; por ende también se ve afectada la economía nacional porque este sector es uno de los principales motores para la generación de empleos y de aportación al PIB.
Así lo señaló el empresario dedicado al ramo automotriz, Julio César Galindo Pérez, quien indicó que en San Luis Potosí se habla de legalizar de 90 mil a cien mil vehículos, pero en todo México son más de tres millones de autos ilegales que ya concluyeron o están por terminar con su ciclo de vida, y que implican un problema jurídico, de contaminación y de inseguridad para el país.
Esto desgraciadamente afecta al patrimonio de muchos mexicanos que hacen un esfuerzo de comprar un vehículo nuevo o seminuevo, lo conservan y dan mantenimiento en un círculo virtuoso de la economía, como para que llegue un auto chocolate que no sabes su información técnica, mecánica, jurídica, si participó en un hecho violento; no hay ningún registro y entran de manera ilegal por las aduanas, que también son foco de corrupción importante y que desafortunadamente nadie ha podido solucionar
Comentó que a través de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) y de la Asociación Nacional de Comerciantes en Automóviles y Camiones Nuevos y Usados, A.C. (ANCA) se están realizando reuniones de trabajo con el Poder Ejecutivo Federal y el Congreso de la Unión para que se legisle de una vez este tema y no se legalicen dichos vehículos, pues esto destruiría lo que se ha construido en México de lograr que éste sea el tercer productor mundial de autos.
Finalmente el empresario lamentó que el Gobierno Federal no se fije en la postura de proteger al sector automotriz formal, el cual genera miles de millones de impuestos para todo el país, y en vez de ello opta por respaldar a aquellas organizaciones que son filiales de partidos políticos o grupos de choque que de manera populista buscan introducir vehículos ilegales.