La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de la capital cuenta con un censo de lavacoches o franeleros, que actualiza de forma periódica a petición de integrantes del Consejo de Seguridad del Centro Histórico.
Aunque no se citó el número de los que están censados -se calcula son más de un centenar solamente en el Centro Histórico y alrededores-, se destacó que el padrón se actualiza debido a que entre las personas que asumen este oficio hay quienes solamente están de paso, como los migrantes centroamericanos. Otros, mantienen el oficio como un trabajo estable.
Inicialmente se había convocado a los franeleros a que por iniciativa propia acudieran a inscribirse en el padrón, pero fueron menos de 50 los que se acercaron; por solicitud del Consejo de Seguridad del Centro Histórico, se pidió actualizarlo directamente con ellos, al notar una mayor cantidad que abarcaba más calles de la zona.
Se propuso, inclusive, no dejarlos trabajar si no están inscritos en el padrón; la sugerencia no ha prosperado hasta el momento.
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Credenciales y chalecos reflejantes
Cabe recordar que desde anteriores administraciones municipales se ha intentado un censo de lavacoches, se pretendió credencializarlos e inclusive en alguna ocasión se les dotó de chalecos reflejantes con el número que le tocó en el padrón para identificarlos, mismos que utilizaron durante un tiempo y al final los desgastaron o extraviaron.
La Dirección de Comercio Municipal, también en trienios anteriores, pretendió regular su actividad, lo que no fue posible. En ese oficio laboran tanto hombres como mujeres.
La SSPC capitalina destacó que el trabajo de los lavacoches o franeleros se puede realizar, siempre y cuando no impongan su servicio a automovilistas o intenten cobrar una tarifa por el uso del cajón de estacionamiento; en las zonas controladas por parquímetros, se recomendó no aceptar tickets proporcionados por lavacoches o dejar en sus manos el control del estacionamiento.
Concientización contra represión
El apartado de cajones tampoco les es permitido; en el programa de reordenamiento vial que lleva a cabo la Policía Vial y de Movilidad, se les ha recogido cubetas y otros artículos o accesorios que utilizan para acaparar estacionamientos, aunque suelen incurrir en reincidencia; se aclaró que no hay intención de ser represivos, pero sí de que respondan a la concientización.
A su vez, la Guardia Municipal ha realizado la detención de personas dedicadas al lavado de automóviles en vía pública que han sido sorprendidos en la comisión de alguna falta al Bando de Policía y Buen Gobierno o en algún probable delito.
Se pidió a automovilistas reportar con algún elemento de la corporación cualquier incidencia o abuso.
Utilizan agua tratada, de fuentes
Por su parte, la dirección de Servicios Municipales lamentó que los lavacoches recurran al agua de las fuentes del Centro Histórico o de los barrios de la ciudad para utilizarla en el lavado de automóviles.
El que utilicen el agua de las fuentes -que se trata de agua tratada- no es el problema: La cuestión es que al bajar el nivel se fuerzan las bombas y terminan descompuestas.
En otros casos, obtienen el vital líquido de tomas clandestinas -como ocurría, por ejemplo, en la calle Chicosein, en el barrio de El Montecillo- o la consiguen con permiso de vecinos o comerciantes que les dan acceso a sus tomas.