La importancia de las marchas del ocho de marzo, y el paro nacional del nueve, es que visibilizaron los problemas de violencia hacia las mujeres y la falta de condiciones de igualdad.
Así lo expresó en rueda de prensa la titular del Instituto de las Mujeres del Estado, Erika Velázquez Gutiérrez, quien lamentó que las marchas y el paro en todo el país, “no haya bastado para que cediera la violencia infligida contra de ellas”.
Expresó: “es cierto, era ilógico pensar que de un día a otro desaparecerían las situaciones de violencia, pero hay que aprender la lección, el ocho y nueve de marzo debe ser un proceso reflexivo que permita cambiar la mentalidad de las personas”.
Sin embargo, abundó, se dio un gran paso, un avance importantísimo sin duda, pudo demostrarse la capacidad de organización al momento que las mujeres salieron a tomar las calles.
La funcionaria estatal pidió avanzar en la construcción de una sociedad en la que prevalezca la igualdad y se erradique la violencia hacia las mujeres.
Reveló que la dependencia a su cargo documentó la agresión a mujeres los días de protesta, al tiempo de recordar que los muros no sienten, “las marchas del domingo pasado, pese a los episodios de violencia mostrados con pintas o incendios, reflejaron un hartazgo de las mujeres, hacia las situaciones que padecen día con día”.
Finalmente Velázquez Gutiérrez sentenció que eso demuestra el hartazgo y lo que duele la agresión hacia las mujeres, ellas sienten, los muros de piedra no lo hacen”.