San Luis Potosí cuenta con una Ley de Ecología que regula las actividades industriales incluyendo a las ladrilleras, pero, para evitar que sigan contaminando, lo que hace falta son recursos económicos para invertir en nuevas tecnologías, no desaparecer el oficio ni mucho menos afectar a las familias que dependen de él.
El presidente de la comisión de Ecología diputado Cándido Ochoa Rojas señaló que todo mundo puede constatar la contaminación que generan las ladrilleras a simple vista, pero cerrarlas, clausurarlas o sancionarlas no resuelve nada porque se abrirán otras, lo que hace falta es invertir en su modernización.
Las ladrilleras de la zona norte de la ciudad utilizan para su hornos que alcanzan los 7 mil grados de temperatura, llantas, aceites, basura en general y cuando se puede leña y aserrín. Se tiene la promesa de las autoridades de reubicarlos en un Parque Ladrillero Ecológico en Peñasco, pero hasta la fecha ha sido solo eso, una promesa.
El legislador del Partido Verde Ecologista hizo un llamado a los tres niveles de gobierno para que apoyen a los productores de ladrillo en la ciudad, con equipo de alta tecnología y características ecológicas en el proceso de producción, a fin de disminuir lo más que se pueda la contaminación.
“Más que pensar en suprimir esta práctica, se debe trabajar para la modernización de sus procesos y eso no lo van a lograr por sí mismos, porque sus ganancias apenas le alcanzan para mantener a la familia y por ello, es necesaria la intervención del gobierno del estado, del gobierno federal y del gobierno municipal”, señaló.
El gobierno maneja recursos para preservar el medio ambiente y tiene la capacidad de atender un problema de esta magnitud, por ello debe atender a quienes no tienen posibilidad de hacer inversiones en la nueva tecnología que debe ser costosa y fuera de sus alcances económicos.
La titular de la Secretaría de Ecología Yvett Salazar ha señalado en repetidas ocasiones que el funcionamiento de las ladrilleras corresponde al Ayuntamiento así como los permisos de uso de suelo y la autorización que da para que se construyan fraccionamientos en los alrededores de estos hornos.
El legislador Cándido Ochoa manifestó que hay que invertir en nuevos equipos, porque la Ley existe, es decir, hay un marco legal y hay autoridades que pueden actuar, pero la solución de fondo es modernizarlos y el único con la capacidad económica para hacerlo es el Estado.
Mientras tanto el problema se sigue agravando y a todas horas del día son visibles las columnas de humo de las ladrilleras, que esparcen en el medio ambiente diversos químicos que pueden resultar cancerígenos, según los estudios que han realizado organizaciones ambientalistas.