La Presa San José, imponente obra desde 1894 a unos cuatro kilómetros al occidente de la capital, la que por muchos años dio abasto a la demanda de agua de toda la ciudad y seguramente fue y es uno de los lugares predilectos para el paseo de las familias de la entidad y de sus visitantes.
Una verdadera obra maestra de la ingeniería y su cortina, ni dudarlo, todo un arte, legado que fue inaugurado por el gobernador Blas Escontría y que debe ser cuidado al máximo para beneplácito de todo mundo.
Hoy en día las áreas de esparcimiento se encuentran mucho muy descuidadas, puesto que hay basura por todos lados, desde botellas de refresco, de cerveza, vasos y platos de tipo desechable, además de desechos de muchos tipos, y ni se diga de los cubrebocas que dejan tirados por doquier.
Cabe hacer mención que también es un lugar en el que la población acude a pasear a sus mascotas, actividad que debe ser regulada, porque por la falta de cultura de algunas personas, hace que dejen las heces de sus animalitos a la intemperie, y otra cuestión que debe vigilarse es el paseo de las mascotas que se realice de manera segura, que no agredan a terceros, porque se ha dado el caso, y algunos dueños sólo llegan a decir “no muerte”, pero...
La infraestructura de sus escaleras ya presentan el deterioro del paso de los años, así como los barandales y pasamanos, en algunos lugares ya se cayeron, en otros se observan flojos por falta de mantenimiento, y todo ello es motivo de riesgo de accidentes para los paseantes.
Preguntamos al señor Roberto que paseaba por el lugar y nos dijo que, “la basura es culpa de los visitantes, para qué la tiran donde sea, aunque viéndolo bien no hay mucho dónde depositarla, y en ese caso la culpa es de los que vienen a pasear y por supuesto de las autoridades”.
El señor Joaquín, atleta que gusta de ejercitarse en el lugar, nos comenta que “los pasamanos o barandales yo casi no los ocupo, me ejercito sin tocarlos, pero urge la reparación porque vienen niños y adultos que bien pudieran sufrir algún percance, y en cuestión de la basura que hay, en mucho tiempo no he visto que vengan trabajadores de mantenimiento”
También hay maleza por doquier, la que ya pide a gritos sea cortada para darle la imagen pintoresca del lugar, el grafiti, ni se diga, lo hay por doquier, y eso es una muestra de que hace falta vigilancia, por lo menos para inhibir las pintas.
Sus más de cien escaleras de cada lado y sus áreas de esparcimiento se ven hoy en día, sucias y descuidadas, piden a gritos mantenimiento y rehabilitación, porque es un importante punto de reunión de chicos y grandes, además de un lugar predilecto para practicar el deporte en muchas de sus manifestaciones.
Y seguimos con algo de la historia de la Presa, que en su momento la captación inicial era de 8 millones de metros cúbicos, la cortina fue construida con piedra pulida de cien metros de largo y treinta y dos de altura, además de siete de espesor, sin lugar a dudas un paraje pintoresco que nos invita a un grato paseo.
Un lugar que merece la atención continua de las autoridades, con el fin de mantener las áreas funcionales y limpias, para que siga siendo un punto de reunión predilecto para potosinos y visitantes.