En el corazón del centro histórico de Soledad de Graciano Sánchez, en la cúspide del templo parroquial de Nuestra Señora de la Soledad, se encuentra una joya única en el mundo: el renombrado reloj de sol de Soledad. Este reloj, una obra maestra de ingeniería y diseño, ha sido testigo silencioso de la historia del municipio y sigue marcando el paso del tiempo con la sombra proyectada por una varilla, gracias a los rayos del sol.
Amado Juan Sánchez Cabrera, presidente del Consejo de la Crónica de los Municipios de San Luis Potosí y Cronista Municipal de Soledad, enfatiza la importancia de esta reliquia. "Es esencial recordar la valía de este reloj, no solo por su función histórica, sino también por su singularidad. Los dos cuadrantes, uno para el verano y otro para el invierno, están adornados con números romanos, y todo el conjunto, elaborado en cantera café, pesa más de una tonelada. Aún hoy, sigue en perfecto estado de conservación", comentó Cabrera.
Sin embargo, lo que realmente da vida a este reloj son las historias y leyendas que lo rodean, contadas por los habitantes de Soledad. Doña Clara, una habitante de 80 años de edad y comerciante toda su vida a escasos metros del templo, relata con nostalgia cómo, según su abuela, el reloj fue colocado por órdenes de un antiguo sacerdote que quería que la comunidad tuviera una manera precisa de medir el tiempo para las ceremonias religiosas y las actividades cotidianas.
Otra leyenda más misteriosa cuenta que, en las noches de luna llena, el reloj de sol de Soledad muestra una sombra extraña que parece señalar hacia un punto específico del municipio. Algunos dicen que es la señal de un tesoro escondido, mientras que otros creen que es una advertencia de tiempos difíciles por venir.
Los jóvenes del municipio también tienen sus propias historias. Aseguran que el reloj de sol tiene propiedades mágicas, ya que durante el solsticio de verano, la sombra del reloj proyecta un mapa de estrellas en el suelo del atrio, revelando constelaciones que no se pueden ver a simple vista. Aunque esta afirmación no ha sido comprobada, ha inspirado a muchos jóvenes a interesarse por la astronomía y la historia del reloj.
Una historia más es la relatada por el cronista Cabrera, quien contó que en épocas antiguas Soledad se encontraba y todavía se sigue ubicando en un lugar estratégico. El camino antiguo Morelos o San Luis Potosí–Antiguo Morelos, en el estado de Tamaulipas, pasaba justo por el centro de Soledad, lo que actualmente son las calles Miguel Hidalgo y Zaragoza. Por este motivo, el reloj era una novedad que atraía a todas las personas que pasaban por el municipio, quienes aprovechaban para saber la hora exacta y así calcular el tiempo que tardarían en llegar a otro lugar o, al llegar a San Luis Potosí, ubicarse con precisión y continuar su viaje.
El reloj es una pieza única en la entidad con más de 100 años de antigüedad, realizada en cantera con números romanos labrados, representando las horas del día. Una vieja varilla justo a la mitad, al caer la luz del sol, genera una sombra mostrando la hora correspondiente.
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El reloj de sol de cantera en Soledad de Graciano Sánchez no solo es un instrumento de medición del tiempo, sino también un símbolo de la herencia cultural y artesanal de la región. Estos relojes de sol, elaborados con la destreza y el arte de los canteros locales, representan una fusión de ciencia, historia y tradición que conecta a las generaciones actuales con sus antepasados.
Históricamente, los relojes de sol han sido fundamentales para la organización de la vida cotidiana, especialmente antes de la invención de los relojes mecánicos. Permitiendo a las personas medir el tiempo a través de la sombra proyectada por un gnomon sobre una superficie marcada con horas, estos dispositivos eran esenciales para actividades agrícolas, rituales religiosos y la organización de las comunidades.
En Soledad de Graciano Sánchez, el reloj de sol de cantera va más allá de su función práctica. Su elaboración implica un profundo conocimiento de la piedra, así como una habilidad artística que ha sido transmitida de generación en generación. Este reloj no solo mide el tiempo, sino que también sirve como un recordatorio tangible de la maestría artesanal y del legado cultural de la localidad.
La presencia de un reloj de sol de cantera en Soledad de Graciano Sánchez enriquece el paisaje urbano y actúa como un punto de referencia histórico y turístico. Además, fomenta el sentido de identidad y pertenencia entre los habitantes, al mismo tiempo que educa a las nuevas generaciones sobre métodos antiguos de medición del tiempo y la importancia de preservar las tradiciones locales.
El reloj de sol de cantera en Soledad de Graciano Sánchez es mucho más que un dispositivo para medir el tiempo; es una pieza de arte y un símbolo cultural que refleja la historia, la tradición y la artesanía de la comunidad.
Estas historias, mezcladas con la realidad y la leyenda, enriquecen la herencia cultural de Soledad de Graciano Sánchez. El reloj de sol no es solo una pieza de ingeniería, sino un símbolo vivo del patrimonio y la identidad del municipio, que sigue inspirando a las generaciones presentes y futuras..
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