La figura paterna, esencial en la vida de los hijos: Cabrero Romero

Dios no los dejará sin recompensa si saben ser buenos hijos, ténganlo por seguro. Todos necesitamos de un progenitor, afirmó el jerarca católico

Angélica Maldonado | El Sol de San Luis

  · sábado 19 de junio de 2021

Monseñor Jesús Carlos Cabrero Romero / Angélica Maldonado

La figura paterna, al igual que la materna es esencial en la vida de los hijos, por lo que es muy importante que cada hijo e hija tengan el amor, el cariño, el apoyo, el cuidado y la protección de su padre desde el vientre materno.

Tan importante, trascendente, vital y relevante es la figura paterna que hasta Jesucristo, siendo Dios, quiso tener uno: San José, su padre adoptivo. Por lo que debemos revalorar el amor a nuestro Progenitor.

Lo anterior lo señaló en entrevista exclusiva para “El Sol de San Luis” Mons. Jesús Carlos Cabrero Romero, quien enfatizó que todos necesitamos de un Papá.

El Papá es la figura que protege, que dá seguridad, que encamina a ser lo que somos, que proporciona casa, comida, vestido y sustento, pero que también ayuda a enfrentarnos a los retos adversos y complejos de la vida. Nos impulsa a caminar por la vida poniendo en práctica los altos valores humanos, espirituales y morales. De ahí la importancia de que a un hijo(a) nunca le falte su Papá.

“A los hijos los exhorto a respetar a sus Papás, a cuidarlos en su vejez, porque ellos son portadores y generadores de Vida, al igual que nuestra Mamá, por lo que deben recibir todos ellos nuestros apoyo en lo económico, en lo moral, en los espiritual y emocional, porque hasta un fino detalle de nuestra parte los ayuda a ser felices.

Indicó el líder espiritual que el mejor regalo que le podemos dar a nuestro Papá es nuestra oración y nuestro buen comportamiento, el ser buenos hijos, respetuosos, honestos, trabajadores, cumplidos, obedientes, comprometidos en ayudar a sostener el hogar, y ser fieles a ellos sin mentiras ni engaños, es el mejor regalo que les debemos dar, no sólo el Día del Padre sino toda la vida. Si así lo hacen, tengan por seguro que Dios no los dejará sin recompensa.