La avenida Juárez, hoy Calzada de Guadalupe, testigo de grandes acontecimientos, ha albergado siempre importantes inmuebles y monumentos que son parte de la historia de San Luis Potosí, como la emblemática Caja del Agua, la Basílica de Guadalupe, el Internado de Primera Enseñanza Damián Carmona, el Batallón del Ejército Militar, la Penitenciaría del Estado, la que hoy es un moderno Centro de las Artes, entre otros.
Vayamos a un poco de historia, de muchos ya conocida, la cárcel del estado funcionó por más de 100 años, fue desde su inauguración sin terminar en 1890 y el cierre por la sobre población de internos se dio en el año de 1999, cabe hacer mención que este recinto siempre fue alabado porque fue de las prisiones más modernas del país.
Fue una creación del arquitecto Carlos Fiallo, una fortaleza de cantera rosa, piedra morada y de aspecto medieval, la obra se comenzó por órdenes del gobernador don Carlos Díez Gutiérrez, si lugar a dudas una obra importantísima que albergó muchos internos y de donde por supuesto también hubo fugas por complicidades.
Francisco I. Madero fue encarcelado en ella en 1910, después de haber sido acusado de conspirar contra el régimen de Porfirio Díaz, por los cargos de conato, rebelión y ultraje a las autoridades, su encierro duró alrededor de un mes, y mientras estuvo preso se dedicó a formular el Plan de San Luis, el que proclamó una vez que salió del reclusorio.
Y después de permanecer cerrada la penitenciaría, se ordenó su remodelación y fue en agosto del año de 2008 en que el gobernador del Estado Marcelo de los Santos Fraga, entregó el Centro de las Artes de San Luis Potosí, un espacio de libertad consagrado al aprendizale y al perfeccionamiento de las disciplinas artísticas que hacen de la entidad una tierra de grandes talentos, para dar paso a la formación de grandes artistas y expositores de las artes.
LA EX PENITENCIARÍA, HOY CENTRO DE LAS ARTES DE SAN LUIS POTOSÍ CENTENARIO
Cuenta con un espacio de 40 mil 177 metros cuadrados y tiene 33 mil 755 metros cuadrados de construcción, y alredor de una torre panóptica, hay ocho crujías de áreas académicas, una biblioteca, la galería principal y el museo de sitio, además tiene ocho patios temáticos.
Su moderna construcción tiene un pasillo perimetral de 1.5 kilómetros, un foro al aire libre, la Plaza Centenario, en la que hay salas y galerías y el museo Leonora Carringon, el Teatro Polivalente que fue aperturado en el año 2016 con capacidad para 400 personas, el que seguramente será modificado para adaptarse a la sana distancia y a los tiempos de la pandemia, para seguir con sus objetivos de encuentro, promoción, difusión y vinculación de las artes escénicas en sus diferentes formatos, propuestas y estilos
Hoy en día este recinto cultural es admirado por propios y extraños, quienes no dejan de sorprenderse por tan espectacular construcción con estilo y adecuaciones exactas para sus objetivos. Ahí se ofrecen desde cursos en línea, acordes a la época, además de formación en música, artes escénicas, artes visuales, integración y literatura y capacitación cultural, entre otros.
ACTIVIDAD EN DESACUERDO CON LA POBLACIÓN
La población afirma que si la construcción de la ex penitenciaría del estado, hoy en día el Centro de las Artes de San Luis Potosí Centenario, es un tesoro de la entidad potosina ¿por qué no cuidarlo mucho más?, y hoy en día de acuerdo a la contingencia sanitaria, que nos prohíbe aglomeraciones, dice Josué Sánchez, para qué alquilarlo para festejos sociales, eso no debe ser porque con la cantidad de gente y en las condiciones que se ponen pueden ocasionar destrozos. Hugo Zhoé Méndez, afirma que hay que cuidar más el recinto, porque la verdad está excelente y digno de seguirlo presumiendo, María Iveth Hernández, dice que a ella le fascinan las artes, específicamente la música y la pintura, y que propone que ahora que se aminore la pandemia, promuevan más el arte local en el extranjero y por supuesto que expertos de otros países vengan a impartir experiencias importantes, porque no hay como lo presencial. Sin lugar a dudas este recinto es un inmueble que nos transporta a la historia de la entidad, y nos obliga a ser cuidadosos para mantenerlo impecable, dada su ahora fortaleza cultural admirada por todos.