El acoso escolar es una es una actividad reiterada, que puede generar circunstancias desagradables en las otras personas al pasar por alto las emociones así lo señaló la maestra Mónica Mendoza González, docente de Filosofía por la Universidad Nacional Autónoma de México y especialista en gobernabilidad en derechos, humanos y cultura de paz por la Universidad de Castilla-La Mancha.
Durante su conversatorio "Prevención del Acoso Escolar en el Territorio", que se llevó a cabo por parte del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPPINA) y en dónde enfatizó que este acto de violencia son un ejemplo de las luchas de poder, la falta de comunicación afectiva, los prejuicios y los estereotipos.
"El acoso escolar es una conducta que se reitera y se vuelve más cruda o va creciendo, entonces si no se resuelve este conflicto, se puede escalar a la violencia, desde la violencia física, violencia emocional, violencia verbal, etcétera".
Mendoza González, indicó que existe un común denominador en esta práctica violenta que tiene que ver con un desplazamiento y una anulación de las otras personas, pues desgraciadamente se vive un país cultura en donde la competencia de "ser más que los demás", influye en este comportamiento tanto a las infancias, como en adolescencias.
"Existen valores extrínsecos es decir, existen los valores económicos, los valores sociales, que quedan por encima de los valores de la dignidad humana y que se rigen bajo experiencias muy desagradables como lo es el acoso escolar y que tardan mucho en superarse pues el daño emocional por el maltrato o por la violencia tiene un costo en la vida de los NNA muy alto".
Sobre esto la maestra en Filosofía explicó que el acoso y el maltrato en la escuela genera deserción, ausentismo y abandono, negando el derecho fundamental de que los niños y niñas accedan y tengan oportunidad a la educación.
Por lo que consideró importante que las escuelas protejan a niñas y niños y adolescentes, aunque también remarcó que las instituciones escolares "no lo pueden todo", pues "la escuela es solo una instancia del los gobiernos, una pieza más del conjunto de espacios que tiene bajo sus responsabilidades el cuidado la protección de niñas y niños y adolescentes".
La especialista subrayó que el bullying o acoso escolar es una práctica aprendida, es decir adquieren ciertos comportamientos violentos ya sea en casa o por el consumo de contenido en redes sociales.
"No hay que olvidar que niñas y niños también aprenden de lo que consumen en los medios de comunicación, como caricaturas, series, etcétera y de los propios juegos en donde siempre hay buenos y malos, fuertes y débiles, muchas gracias yo los y estos buenos y malos y esto a los fuertes y los débiles. Por lo que hay que trabajar en la ética de la no violencia, en estos mandatos de masculinidad, en esta cultura que hace apología de la violencia y aprender a mirar a enseñar a niñas, niños y adolescentes lo que consumen".
Por último Mendoza González apuntó que es esencial la mediación y ejercitar a niñas niños y adolescentes en ejercicios de diálogo, del perdón y la no repetición para resolver sus conflictos.