La educación integral en sexualidad es un derecho humano y constitucional, que trata de dotar a niños, niñas y adolescentes de conocimientos , aptitudes, actitudes y valores, que les permitan disfrutar de salud, bienestar y dignidad .
Así lo señaló Vicenta Hernández Haddad, psicóloga y educadora en sexualidad, quien además agregó que esto es de suma importancia para que a infancias y adolescencias establezcan relaciones sociales y sexuales respetuosas.
“Esto es algo que podemos ir aprendiendo desde nuestra primera infancia y creo que quienes nos dedicamos a educar en sexualidad, ya que tenemos una gran responsabilidad de compartir estos elementos para que todos tengamos como sociedad y una vida de lo más respetuosa hacia las infancias y las adolescencias”.
Señaló además que la educación sexual es una oportunidad para que los NNA, sean conscientes de las elecciones afecten a su propio bienestar y al de otras personas y conocer sus derechos, además de velar por su protección durante toda su vida.
“La educación sexual es científica. actualizada y oportuna, no quita, no roba la inocencia, ni la infancia, sino que lo que hace es quitar la ignorancia que tenemos hoy en día”.
Por lo que la experta consideró que la falta de educación integral en sexualidad es una forma de abuso sexual, ya que es evitar llevar a los niños y niñas esta información desde los primeros años de vida, lo que los deja vulnerables
“Las personas cuando se trata de una educación sexual muy explícita, como debiera de ser para que sea comprendida por las niñas y adolescentes y niños , es que empiezan un poco con este miedo, desde la responsabilidad, pero incluso con un simple dibujo nos podemos dar cuenta si algo pasa con las infancias, es decir, la educación sexual permite que los niños y niñas puedan distinguir cuando se trata de un abuso, un juego sexual y cuando se trata de un abuso sexual”.
Por último la Psicóloga remarcó que la educación sexual de hijos e hijas es fundamental que se realice desde el hogar de una manera muy explícita, pues así difícilmente los agresores sexuales podrán cometer actos en contras de los más pequeños de la familia.
“Es importante ayudar a nuestros niños y niñas a que vayan conociendo su cuerpo y que sepan que tienen derecho a explorarse en la intimidad, que nadie los puede tocar ni obligar hacer nada, y que pueden denunciar cualquier agresión que sea cometida en su contra”.